Cerca de 70 personas murieron entre sábado y domingo en Pakistán en tres ataques suicidas, afirmó la policía, luego de que militantes islamistas hicieran un llamado a la guerra santa en represalia al reciente asalto militar a la Mezquita Roja de Islamabad.
Al menos 26 personas fallecieron ayer, entre ellos 13 policías, en un ataque contra un centro de reclutamiento de la policía, en Dera Ismail Jan, una provincia de la frontera noroccidental, anunció la policía.
Previamente, un atentado con dos coches bomba contra un convoy militar en el valle de Swat (noroeste de Pakistán) se saldó con 17 muertos, afirmó un responsable policial que pidió el anonimato.
Estos nuevos ataques se produjeron un día después de que un suicida matara a 24 soldados al dirigir un vehículo cargado de explosivos contra un convoy militar en Waziristán del Norte, una región tribal de Pakistán fronteriza con Afganistán.
La cifra de fallecidos podría subir, puesto que el atentado contra el centro de reclutamiento de la policía hirió de gravedad a por lo menos 12 personas, ingresadas en un hospital local.
Los ataques tuvieron lugar después de que grupos de islamistas radicales paquistaníes condenaran el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad, que generó la peor crisis del gobierno del presidente paquistaní Pervez Musharraf, en el poder desde 1999.
La intervención en la Mezquita dejó 86 muertos, en su mayoría militantes. A raíz de esta operación el número dos de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri, exhortó a los paquistaníes a librar una guerra santa contra el gobierno, que ha enviado a miles de soldados suplementarios a las zonas tribales fronterizas con Afganistán, bastión de los talibanes y de aliados a la red terrorista de Osama Bin Laden.