Un tifón causó deslaves que enterraron a varias personas y destruyeron viviendas el miércoles en una isla de Japón, antes de precipitarse sobre la costa del Pacífico, donde hubo que cancelar cientos de vuelos, y afectó el transporte público de Tokio durante la hora pico de la mañana. Se han reportado por lo menos 17 muertes y casi 50 desaparecidos.
La parte más golpeada por el tifón Wipha fue la isla Izu Oshima, unos 120 kilómetros al sur de Tokio. Los rescatistas encontraron 16 cadáveres, en su mayoría enterrados por deslaves, dijeron autoridades policiales y municipales. Decenas de casas fueron destruidas y unas 45 personas estaban desaparecidas. «No tenemos idea de la envergadura de los daños», dijo el funcionario municipal Hinani Uematsu.
Una mujer de Tokio falleció tras caer a un río, y su cadáver fue recuperado a 10 kilómetros en Yokohama, informó la policía. Dos niños de sexto grado y otra persona estaban desaparecidos en la principal isla del archipiélago japonés Honshu, informó la Agencia contra Incendios y Control de Desastres.
Más de 350 viviendas fueron dañadas o destruidas, entre ellas 283 en Izu Oshima, indicó la entidad.
El tifón Wipha, que estaba estático frente las costas, tuvo vientos sostenidos de 126 kilómetros por hora (78 mph) con ráfagas de hasta 180 kph (110 mph), antes de que se degradara a tormenta tropical el miércoles al atardecer. La tormenta avanzaba hacia el noreste, frente a la isla norteña japonesa de Hokkaido.
Más de 80 centímetros (30 pulgadas) de lluvia cayeron en Izu Oshima en las 24 horas concluidas el miércoles por la mañana, un récord desde que se llevan los registros desde 1991.
Las lluvias fueron particularmente fuertes antes del amanecer, «no se podía ver nada», informó Yoshiaki Yano, funcionario del Servicio de Meteorología de Japón.
Izu Oshima es la tercera isla más grande de la cadena Izu al suroeste de Tokio. Tiene uno de los volcanes más activos del país, el monte Mihara, y un importante centro productor de camelias. Unas 8.200 personas viven en la isla, a la que se llega en transbordador desde Tokio.
Yutaka Sagara, de 59 años, experto en la preparación de sushi en la costa este, dijo que pasó sin dormir la noche con sus compañeros de trabajo en el alojamiento de la compañía. El apartamento, ubicado en una cuesta, apenas se salvó de un alud de lodo y tierra que pasó por un lado. Después se enteró de que el derrumbe había aplastado varias casas en su trayecto hacia el mar.
En un discurso pronunciado el miércoles en el Parlamento, el primer ministro Shinzo Abe se comprometió a hacer un esfuerzo máximo para rescatar a los desaparecidos y apoyar a los sobrevivientes, al tiempo de restaurar la infraestructura y los servicios públicos lo más rápido posible. Fueron destacados en la isla efectivos militares y la policía de rescate de Tokio provista de perros entrenados.
Como precaución, la planta electronuclear Fukushima Dai-ichi, afectada por el terremoto y tsunami de 2011, liberó toneladas de agua de lluvia almacenada tras barreras protectoras alrededor de tanques de almacenamiento de agua radioactiva. La empresa electrogeneradora Tokyo Electric Power Co. informó que sólo se liberó agua con un bajo contenido de radioactividad, con la autorización de la Autoridad de Normación Nuclear de Japón. Durante otro tifón en septiembre una cantidad de agua almacenada escapó antes de que se pudiera someter a pruebas.