Los temores ante un posible impago de la deuda de Estados Unidos ensombrecieron la reunión en Washington de los líderes financieros globales, aunque el encuentro concluyó con la esperanza de que las economías europeas y estadounidense se recuperarán.
En tres días de diálogo en la reunión del Fondo Monetario Internacional, integrado por 188 naciones, y su organización gemela el Banco Mundial, autoridades de alto rango presionaron a Estados Unidos para que solucione el atascamiento político sobre el límite de la deuda. Ese estancamiento impidió que se autorice el aumento de la capacidad de endeudamiento del gobierno federal, cuyos fondos se agotan el jueves.
El secretario del Tesoro estadounidense Jacob Lew advirtió el jueves que se quedará sin autorización para ampliar la deuda federal y el gobierno encarará la posibilidad de incurrir en el impago de su deuda a no ser que el Congreso aumente el límite de endeudamiento de 16,7 billones de dólares.
«Estamos a cinco días de un momento muy peligroso», advirtió el sábado el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim en conferencia de prensa. «Pido a los gobernantes de Estados Unidos que lleguen a una solución sobre el tope de endeudamiento. Cuanto más nos acercamos a ese plazo, mayor será el impacto para el mundo en desarrollo».
Kim dijo que un impago sería «un acontecimiento desastroso» para los países pobres, y descarrilaría la frágil recuperación económica global.
«Sabemos que hay problemas», afirmó Tharman Shanmugaratnam, director del comité de política del FMI y ministro de Hacienda de Singapur, en una conferencia de prensa al concluir el encuentro del FMI. «Sabemos que hay riesgos a corto plazo, siendo el más obvio lo que ocurre en Estados Unidos respecto al déficit fiscal».
Empero, uno de los principales temores a corto plazo, que la Reserva Federal de Estados Unidos comience a reducir su estímulo para la economía mediante la compra mensual de bonos, apunta hacia un acontecimiento positivo, dijo Tharman. Indica que la economía estadounidense tiene fuerza suficiente para aguantar una reducción del estímulo.
Los funcionarios del FMI pronosticaron que la fortaleza de la economía estadounidense será el principal motor de la economía global el próximo año.
Al mismo tiempo, las economías de los países en vías de desarrollo se están desacelerando y sus mercados se han visto agitados desde mayo en anticipación a que la Fed comience pronto a disminuir su compra mensual de bonos por 85.000 millones de dólares, que inyectó circulante en la economía para estimular el crecimiento.
«La eventual normalización de la política monetaria a medida que se recuperan las economías en Occidente será un acontecimiento positivo para las economías emergentes», dijo Tharman.