Esculturas y dibujos de los artistas españoles que revolucionaron esta faceta del arte en el siglo XX, entre ellos Pablo Picasso, Juan Gris, Salvador Dalí o Joan Miró, se exponen desde el viernes en Costa Rica.
La muestra titulada «GEscultura española con dibujo» presenta 31 esculturas de pequeño tamaño y 47 dibujos de la colección del Instituto de Crédito Oficial (ICO) español de otros tantos artistas que revolucionaron el concepto de la escultura clásica sentando las bases del trabajo actual.
«No es frecuente ver en Costa Rica una exposición de estas características y además que sea de artistas españoles, aunque se trata de una escultura universal», dijo el embajador de España en Costa Rica, Arturo Reig, en la inauguración de la muestra el jueves por la noche en los Museos del Banco Central, que alberga una rica colección en oro de arte precolombino.
Con la escultura de una de las cuatro chimeneas de la Casa de la Pedrera de Barcelona, la exposición arranca con el catalán Antoni Gaudí, un arquitecto que trabajaba «la arquitectura como si fuera una escultura», explica la curadora de la exposición, la española Inmaculada Corcho.
Le sigue una pequeña escultura de bronce, la ’Vieja catalana’ de Manolo Huguet, el «Arlequín» de Juan Gris, o la «Mujer en el espejo» de Julio González, quien junto con Pablo Gargallo y Pablo Picasso fueron las tres figuras capitales para el desarrollo de la escultura de hierro en las décadas de los años veinte y treinta.
Además de obras de Gargallo y Picasso la muestra, que estará abierta en San José hasta el 16 de septiembre, también expone esculturas de Joan Miró, Joaquín Torres García (uruguayo), Angel Ferrant o Alberto Sánchez, así como de otros exponentes más contemporáneos como Eduardo Chillida, Jorge Oteiza o Eva Lootz, Miquel Barceló o Eduardo Arroyo.
Este paseo por la escultura española del siglo XX concluye con la ’Cabeza de pájaro’ de Jaume Plensa, considerado como el artista español contemporáneo de mayor proyección internacional.
«La importancia de la aportación de los artistas españoles al desarrollo de la escultura del Siglo XX no se puede cifrar en una treintena de nombres, pero a partir de los que están representados en la colección reunida por el ICO, sí cabe evocar lo esencial de esta epopeya», dice el crítico Francisco Calvo Serraller en el catálogo de la exposición.
Esta exposición itinerante, que ha sido exhibida anteriormente en Argentina y Guatemala con anterioridad, es una pequeña muestra de los fondos del ICO, no sólo escultóricos -«posee tres veces más», según Corcho-. Los complementan una colección de grabados de Picasso y pintura contemporánea, sobre todo de los años 80 y 90.
«El mejor vínculo entre los pueblos se hace a través de las artes y la cultura porque provoca un acercamiento indeleble», dijo la ministra de Cultura María Elena Carvallo, quien agradeció a España que «generosamente haya compartido con nosotros esta exhibición», basada sobre todo en el «diálogo», no sólo entre el «pasado y el futuro», sino entre «la escultura y el dibujo» y entre el «vacío y la materia», resumió.