Al menos 18 soldados paquistaníes murieron y 28 resultaron heridos hoy cuando un terrorista suicida empotró un automóvil cargado con explosivos contra un convoy militar en una región tribal en la frontera con Afganistán, informó el portavoz del ejército.
Un balance anterior daba cuenta de ocho militares fallecidos, pero posteriormente se hallaron nuevos cadáveres entre los escombros que dejó la explosión, según el portavoz Waheed Arshad.
«Dieciocho soldados murieron y 28 resultaron heridos», declaró.
El convoy se dirigía a Miransha, la principal ciudad del distrito tribal de Waziristán Norte, cuando el kamikaze se abalanzó contra el contingente, señaló Arshad.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, se enfrenta a una ola de protestas orquestadas por fundamentalistas islámicos, tras el asalto militar a la Mezquita Roja de Islamabad, en la que se habían atrincherado centenares de militantes.
Un total de 86 personas murieron en la operación militar del martes y el miércoles, que puso fin a ocho días de encierro.
Miles de manifestantes en todo el país instaron el viernes a la guerra santa y quemaron efigies de Musharraf, de quien repudian su alianza con Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo.
El general ordenó el despliegue de miles de militares suplementarios en el noroeste de Pakistán, en la frontera con Afganistán, donde se esconden talibanes y militantes de Al Qaeda.
El jueves, dos atentados suicidas dejaron ocho muertos en el país y la policía indicó el viernes haber detenido en el noroeste a tres hombres con un coche que contenía siete atuendos de kamikaze y varios explosivos.