El “corazón” necesita más recursos en Guatemala


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La Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala, mejor conocida como UNICAR, es el principal hospital para el tratamiento y cirugía de las principales afecciones cardiovasculares que presenta gran parte de la población guatemalteca actualmente. Pese a la importancia de ese centro asistencial –único en el país–, la administración pasa por serios apuros económicos para atender a una población que crece cada día más y más.

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POR MANUEL RODRÍGUEZ
mrodriguez@lahora.com.gt

Fue el 19 de mayo de 1994, cuando en la administración del Gobierno de Ramiro de León Carpio fue promulgado el Acuerdo gubernativo 236-94, con el que se autorizó la creación y funcionamiento de la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala (Unicar), como se le conoce hoy, con un nuevo modelo administrativo, en el cual el Ministerio de Salud y Amegeso acordaron administrarla por medio de un Consejo de Administración.

Desde entonces, se conoce que la demanda de servicios a pacientes por alguna afección  cardiovascular ha ido en aumento y que tanto las instalaciones y el equipo resultan insuficientes para atender a los pacientes; ante tal situación, en sus inicios, el Consejo de Administración solicitó al Ministerio de Salud ampliar el pequeño edificio a un hospital con 75 camas, tres salas de operaciones, amplios servicios de cuidado intensivo, la compra de equipo de angiografía digital de alta resolución y equipo médico electrónico moderno.
 
Según autoridades de la UNICAR, desde sus inicios, la Unidad de Consulta Externa ha atendido más de 200 mil pacientes, la mayoría, provenientes del interior del país y de departamentos como Escuintla, Sacatepéquez, Santa Rosa y San Marcos.
 
Se tiene entendido que aunque el Gobierno aporta Q50 millones anualmente a través del Ministerio de Salud al presupuesto de Unicar, ésta también se sostiene financieramente de aportes de organizaciones privadas, pues el aporte oficial es insuficiente para atender los servicios.

Asimismo, las autoridades informan que ya se pidió la ampliación del presupuesto para el próximo año ante la Comisión de Finanzas del Congreso de la República y esperan que la misma  sea de al menos Q100 millones.

PRINCIPALES AFECCIONES

De acuerdo con el director general de la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala, el doctor José Raúl Cruz Molina,  la cardiopatía isquémica y la válvula cardíaca por fiebre reumática son las primeras causas de consulta de adultos que atiende la entidad. Según el galeno, en el presente año practican en la UNICAR al menos dos cirugías diariamente.

“La enfermedad de las arterias coronarias es una y otra la enfermedad valvular. Esas son las más frecuentes en un adulto. Detectamos 30 mil casos al año. Hacemos 800 operaciones de corazón al año”, explica Cruz Molina.

En opinión del entrevistado, el presupuesto actual de la UNICAR de Q52 millones se queda corto, contrastado de acuerdo a la creciente demanda de pacientes, pues para todos los equipos electrónicos que utilizan diariamente, la inversión en mantenimiento es muy importante.

También se hace necesario cambiar con relativa frecuencia los aparatos, pero el inconveniente es que tienen un alto costo económico; algunos los compran los mismos médicos y otros los dona la iniciativa privada, tanto del extranjero o personas altruistas en Guatemala.

“No puedo decir que las autoridades están desinteresadas porque están haciendo la aportación de Q50 millones. Que requerimos de más, eso es otro tema. Tenemos una demanda cada vez mayor, porque el hospital está saturado y por lo tanto debe incrementarse el presupuesto. El último edificio de UNICAR fue inaugurado en 2003. Solicitamos que nos aporten para poder ampliar este edificio”, refiere Molina.

A decir del director de la UNICAR, cuando un paciente necesita de una intervención quirúrgica, sea compleja o no, si es referido por entidades del Estado, la intervención es gratuita porque el Ministerio de Salud Pública está haciendo una aportación para que sean atendidos sus pacientes, es decir, que si el paciente es afiliado al Seguro Social, el IGSS a través de un convenio paga la operación. Caso contrario, si el paciente no es referido por la red hospitalaria, se cobra una cuota “simbólica”.

“Es muy cara la cirugía del corazón en Guatemala. Antes se iban a Estados Unidos pocas personas que tenían dinero para operarse. Ahora ya los podemos operar nosotros. Tenemos médicos capacitados por nosotros. Lo que pasa es que la cirugía del corazón es muy cara y es muy difícil que un hospital se atreva a desarrollarla”, expone.

Q84 MIL ES EL COSTO DE UNA OPERACIÓN

Organizaciones como la Fundación Aldo Castañeda tiene como objetivo ofrecer una vida normal a miles de niños que nacen con una malformación del corazón y necesitan un diagnóstico y una cirugía correctiva.

En Guatemala, se estima que anualmente nacen en promedio 2 mil menores de edad con malformaciones congénitas del corazón y que necesitan ser diagnosticados y tratados de forma inmediata y oportuna para evitar la muerte o daños irreversibles, principalmente del corazón, del cerebro o de los pulmones. Según informan las autoridades, el 40% de estos niños logran ser diagnosticados y tratados en la UNICAR a través de la Fundación Aldo Castañeda.

Según informan fuentes de esta organización del total de pacientes atendidos anualmente, tanto en UNICAR así como en sus dos fundaciones,  más de la mitad recibe el tratamiento y la cirugía de manera gratuita; un 45% son referidos del IGSS y del 5% restante, sólo el 1% paga el valor total de la operación, la cual es aproximadamente de 84 mil quetzales, cuando es una cirugía a corazón abierto.

Las mismas en Estados Unidos pueden llegar a costar entre 60 y 80 mil dólares y sumando pasajes, gastos de hotel, alimentación y otros gastos, ascendería a unos 100 mil dólares por paciente.

“Son caras por el material descartable que se usa, el cual no se produce en Guatemala sino tiene que ser importado y es por eso que los costos son altos”, explica Guillermo Gaytán, Coordinador de Cardiología Pediátrica y Representante de la Fundación Aldo Castañeda.

Para Gaytán, la cardiopatía congénita es la enfermedad más prevalente en los menores de edad. Según dice, la incidencia es que 7 de cada mil niños nacidos vivos, es decir que 7 de cada mil nacerá con un problema en el corazón. Asimismo, opina que con la tasa de natalidad que tiene Guatemala, nacen alrededor de 3 mil niños enfermos del corazón cada año, los cuales en su mayoría necesitan una operación incluso en sus primeros días de vida.

“Si se hace un diagnóstico, al 95% de los pacientes se les puede ofrecer un tratamiento y que sean niños con oportunidades de desarrollo y de vida como cualquier otro niño. Son muy pocos los casos en los que no se puede hacer nada. Si no se hace nada, estos niños estarán enfermos siempre y llegando a hospitales por neumonías y muchos otros problemas”, subrayó Gaytán.

El galeno afirma además que al menos en el área de pediatría, existe un 5% en promedio de mortalidad infantil por alguna complicación, tomando en cuenta todos los diagnósticos. También indica que cada año se interviene quirúrgicamente a casi 600 menores de edad; y cada año nacen 3 mil 500 niños con algún padecimiento.

“Es decir, que solamente estamos atendiendo al 25% de la población necesitada y las razones son la falta de diagnóstico, porque no llegan con nosotros, y también falta de presupuesto”, advirtió.

Gaytán agregó que mensualmente la fundación opera entre 30 a 40 infantes en la Unidad de Cirugía Cardiovascular, pero que existe una lista de espera de 60 menores, por la misma falta de recursos.

Sobre el presupuesto de la UNICAR, el jefe del área pediátrica argumenta que con el mismo se ha logrado atender al número de pacientes que se ha tenido, pero admite que sin la ayuda de las dos fundaciones (AMEGESO y Aldo Castañeda), el hospital estaría en peores condiciones, porque no le alcanzaría con lo que aporta el Gobierno.

“En general, los gobiernos deberían pensar en un proyecto de Nación y no en un proyecto de cada cuatro años. Todos deberían sentarse y tomar conciencia. Se debe plantear un plan a largo plazo y pensar que para que el país salga adelante, se necesita educación y salud en general. El país no puede progresar mientras la población no está bien educada y sana. Los presupuestos deben ser condicionados a las necesidades verdaderas y no a gastos superfluos”, manifestó.

JÓVENES, LOS MÁS PROPENSOS

Se considera que son los jóvenes quienes presentan en mayor número algún padecimiento cardiovascular como las afecciones de válvulas, por ejemplo, así como la arteriosclerosis, que es la degeneración de las arterias con la edad provocada por la acumulación de grasa y el sedentarismo. Es decir, que este tema sobrepasa el ámbito de la salud porque también tiene un carácter sociocultural y económico en el país.

Y es que la mayoría de personas relaciona la enfermedad cardiovascular y los infartos con la población de adultos mayores, sin saber que muchos jóvenes y sus médicos desestiman claros síntomas de complicaciones del corazón debido a la juventud.

Un factor de riesgo común para enfermedades del corazón es la alta presión sanguínea, o hipertensión, que con frecuencia no se diagnostica en pacientes jóvenes, según un estudio de la Asociación del Corazón de Estados Unidos (AHA, por sus siglas en inglés).

Según este estudio, muchos de los factores de riesgo, como obesidad por mala alimentación, hábitos pocos saludables como el consumo de alcohol y el tabaco, el sedentarismo, la hipertensión y estrés y finalmente la ingesta de colesterol alto, aumentan el riesgo de enfermedades cardiacas en gran parte de nuestra población mundial.

Para el doctor Rafael Espada, fundador de la Asociación Médica Guatemalteca que lleva su nombre (AMEGESO), la enfermedad cardiovascular de tipo adquirido y no congénito, está basada en procesos políticos, sociales y económicos; porque en Guatemala impera la pobreza, el desorden alimenticio y se tiene muy poca educación en salud.

Además, indica que las enfermedades cardiovasculares como la obstrucción de las arterias originan muchas cosas como infartos, hipertensión, derrame cerebral, entre otros; asociados a la falta de ejercicio, el tabaquismo, exceso de comida, comida muy grasosa y el sedentarismo.

“Lo que se debe hacer es enfocar el sentido de salud en el país para crear una campaña de prevención porque hay que educar al pueblo de Guatemala. Hay que mejorar los presupuestos tanto en Educación como en Salud para tener mejores hospitales y mejores médicos. No es nada más de conseguir dinero sino hay que utilizarlo bien”, enfatiza Espada.

Espada, cirujano y asesor ad honórem de Unicar, viaja de manera constante fuera del país para efectuar intervenciones quirúrgicas de alto grado de dificultad, y capacitar de manera permanente al personal médico y paramédico en Guatemala.

No obstante, expresa que cada vez existen menos profesionales, porque el hecho de estudiar la carrera de médico cirujano no llama la atención de muchos jóvenes hoy en día, por razones de tiempo y por estar mal recompensado por el Gobierno. “En lo privado les va mejor, pero el Gobierno da muy malos sueldos a los médicos, enfermeras y técnicos”.

El profesional anuncia que en la presente semana sostendrán una reunión con la Comisión de Finanzas del Congreso de la República para explicar los logros y desafíos de Unicar con el fin de que se asigne la ampliación al presupuesto  de la institución por Q100 millones para el 2014, siempre en el marco de la fiscalización y la transparencia.

“Debe haber transparencia, honradez, control del gasto público; todo esto combinado es lo que va a dar respuesta a las actuales condiciones en Salud. La importancia es que mucha gente joven se queda sin poder trabajar a veces, porque un infarto o un derrame cerebral es peligroso y muy caro de tratar”, concluye el fundador de Amegeso.

DATOS

¿CÓMO AYUDAR?

Unicar recibe donaciones en efectivo, en especie y aportaciones a parientes de escasos recursos o familiares. Sin embargo, buscan también que la iniciativa privada aporte de la misma forma y ponen a disposición el número 2416-3000 para mayor información o la dirección de correo electrónico daunicar@unicargt.org.

DATOS DEL MSPAS

Según registros del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, 15 mil personas fallecen anualmente por problemas cardíacos. Asimismo, se estima que las muertes por enfermedades cardiacas se han duplicado en la última década. Se piensa demás, que el abuso de tabaco, alcohol, comida rápida o “chatarra” con grasas, así como la poca o nula actividad física, contribuye a que las afecciones cardiovasculares sea la segunda causa de muerte en Guatemala.

EQUIPOS

UNICAR cuenta actualmente con dos máquinas nuevas de Rayos X para hacer cateterismo, una que se compró con fondos del Estado, la cual es compartida por pacientes adultos y niños; y otra que fue donada por la Fundación, indica el doctor Guillermo Gaytán, Coordinador de Cardiología Pediátrica y Representante de la Fundación Aldo Castañeda. Además, enlistó los precios de los mismos:

* Aparato de rayos X: Q10 millones.
* Aparato de Electrofisiología: Q2 millones.
* Electrocardiógrafo de alta resolución: US$100 mil.
* Bomba de corazón y pulmón: US$ 1 millón.