Las primeras unidades del llamado «coche antiimperialista», un automóvil producido por una empresa conjunta entre Venezuela e Irán, fueron entregadas a los nuevos oficiales de la Fuerza Armada Nacional (FAN) venezolana.
El acto, al que no acudió el presidente Hugo Chávez como estaba previsto, fue apadrinado por Raúl Isaías Baduel, ministro saliente de Defensa, el embajador de Irán en Venezuela, Abdullah Zifan, y la ministra de Industria Ligera y Comercio, Maria Cristina Iglesia.
«Tenemos un lema: ¡Patria, socialismo y muerte! ¡Venceremos!», dijo el director ejecutivo de la empresa mixta irano-venezolana Venirauto, Abdollah Zoghi.
«Y podemos decir que estamos venciendo, porque nuestros trenes circulan por sus rieles, los tractores están en el campo y ahora nuestros carros (coches) andan por las calles», subrayó Zoghi.
Los dos modelos fabricados en Venezuela, con tecnología iraní, son el Turpial (Saipa 141, en Irán) y el Centauro (Samand, en el país persa).
El primero de ellos cuesta cerca de 17 millones de bolívares (7.906 dólares), mientras que el segundo ronda los 23 millones de bolívares (11.069 dólares).
Ambos modelos están exonerados del Impuesto sobre Valor Agregado gracias a ’Venezuela Móvil’, un programa que subsidia coches populares y económicos de distintas marcas de automóviles.
La fábrica de vehículos Venirauto, instalada en Maracay (80 kilómetros al suroeste de Caracas), producirá 25.000 unidades por año.
El directivo de Venirauto destacó que el 35% de las piezas del coche será producido en Venezuela, en el curso de los tres años próximos, aunque el objetivo es emplear 92% de partes nacionales en un periodo de cinco años y diseñar un modelo 100% nacional.
Para finales de 2007 se tiene previsto comenzar con la producción de vehículos de carga ligera, tipo pick-up, a precios por debajo del mercado actual.
La planta ensambladora de Venirauto es fruto de los acuerdos de cooperación mutua suscritos por los presidentes Hugo Chávez y Mahmud Ahmadinejad, en la visita realizada por el líder iraní a Venezuela, en julio de 2006.
Este proyecto automotor busca generar cerca de 200 empleos directos y 1.000 indirectos.
El Turpial es un sedán de cuatro puertas basado en el antiguo Kia Pride. El Centauro (también conocido en Irán como Samand o Peykan X7) está basado en el Peugeot 405, puesto que la firma francesa es la principal proveedora de motores y tecnología a la empresa iraní.
Chávez, que desde su reelección presidencial en diciembre pregona la instauración del «Socialismo del siglo XXI», anunció en junio la creación de «200 empresas socialistas» para producir equipos médicos, alimentos, derivados plásticos, piezas automotores, computadoras, material para construcción y productos químicos.
«Para el año próximo, estas empresas comenzarán a dar sus frutos, es por eso que yo he insistido en que 2008 es el inicio del nuevo ciclo de la revolución», afirmó Chávez.
La mayoría de estas empresas nacen gracias a ’joint ventures’ (empresas mixtas) entre Venezuela y distintos países con un denominador común: su abierta hostilidad hacia a Estados Unidos.
El mandatario venezolano presentó hace varias semanas el «computador bolivariano», uno equipo producido en la fábrica de Paraguaná (extremo occidental del país) con tecnología china.
Otro de los acuerdos firmados entres Venezuela e Irán son los tractores producidos por la empresa mixta Venirán.