Poesía en la música


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La música es un bálsamo para el alma y nos llena de mensajes poéticos en sus notas. Sin duda los autores de las canciones saben llegar a la profundidad de la mente, el espíritu y el corazón. Acá un recuento de varias de esas poéticas frases puestas en música y que se hacen inolvidables para todos. Anticipo disculpas por alguna imprecisión en las letras, pues lo hago a puro ejercicio mental. Los Iracundos dejaron algunas frases como: “calles, parques, muchos bares, son testigos de mis ansias”; “por las noches los bares, por los días las plazas, mis amigas las flores, la calle es mi casa”.

Juan José Narciso Chúa


La Joven Guardia de Argentina: “él es un bello extraño, un rey del pelo largo”, canción que mis hijos y mis sobrinos nos dedican, a mi hermano Luis y a mí. “No sé tú, pero yo, quisiera repetir, el cansancio que me hiciste sentir”, de Armando Manzanero, pero interpretada por Luis Miguel, igual ésta: “y bebo sorbo a sorbo tu mirada angelical y recibo de tu boca esa flor de maravilla, esa alondra, ese deseo”; una más: “amistad, ternura que se yo”. La revolucionaria de Los Pasos con su ayer, tuve un sueño: “los pueblos vivían en paz, nadie pensaba en engañar, pues existía la amistad”.  O los Mitos con: “luces, que iluminarán, caminos que a ti me acercarán, sueños, que transformarán, en mi alma, amor y paz”.  Serrat, tiene tantas, pero algunas como: “uno se cree que los mató el tiempo y la ausencia, pero su tren vendió boletos de ida y vuelta, son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó tiempo de rosas, en un rincón, en un papel o en un cajón,… que te sonríen triste, sí nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve”. Alberto Cortez es infaltable con su poseía puesta en música.  “Tiempo, campos y caminos distancia, qué cantidad de recuerdos, de infancia, amores y amigos distancia que se han quedado tan lejos”, igual Callejero: “era callejero por derecho propio, su filosofía de la libertad, fue ganar las suyas sin atar a otro y sobre los otros no pasar jamás, aunque fue de todos, nunca tuvo dueño”.  Cabral nos decía: “me gusta el vino tanto como las flores, me encanta ser amigo de los ladrones y las canciones en francés, no soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir y ser feliz es mi color de identidad”.  Tormenta nos decía: “si andas por el barrio, pregúntale a mi canción, en qué lugar de las calles, el sol se escondió, chico de mi barrio, flores en el pelo y los pies descalzos, chico de mi barrio con la cara sucia y el cabello largo… regálame tu sonrisa, siembra en mi vientre estrellas”. Consideración especial para éstas. Roberto Carlos, cuando dice: “el sol aún no madrugó y el reloj tampoco despertó”, o bien “animal herido, domesticado olvida el riesgo” o bien: “el gato que está en la oscuridad sabe que en mi alma, una lágrima hay”.  Ni hablar de Sabina, cuando dice: “fue en un pueblo con mar… cántame una canción al oído, con una condición: que me dejes abrir el balcón de tus ojos de gata… yo me dije chaval te estás enamorando… y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, las dos y las tres y desnudos al anochecer nos encontró la luna”. “buscando encontrar mi juventud” de Nino Bravo. Mis hijos y yo cantando “ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa, la sonrisa perfecta, para no verte tanto, para no verte siempre”.  Y faltan muchas y muchas más, incluidas las que están escritas en inglés, como Elvys con esta especial belleza: The wonder of you; Always on my mind, Are you lonesome tonight; la imprescindible Carol King, con “you´ve got a friend. Friends in low places con Garth Brooks, Leaving on a jet plane, de John Denver; What a wonderful world, de Luis Armstrong y otro montón que incluiré en otro artículo.  ¿Música y poesía o poesía y música?, belleza en acordes, poemas en solfa, sueños en ritmos y sonetos en voces.