El grupo minero anglo-australiano Río Tinto lanzó hoy la mayor OPA de la historia de los metales y la industria minera, al proponer la compra del productor canadiense de aluminio Alcan por 38.100 millones de dólares, superando la oferta del estadounidense Alcoa.
Alcan aceptó esta oferta de 101 dólares por acción, superior en 33% a la de Alcoa, que valorizaba a la empresa canadiense en 28.800 millones de dólares, fuera de deudas, y que Alcan había rechazado hace unos meses.
La compañía canadiense deberá pagar 1.050 millones de dólares de indemnizaciones a Rio Tinto si finalmente no acepta su oferta, lo cual desalienta la contemplación de una nueva propuesta. La oferta del segundo grupo minero mundial es además íntegramente en efectivo, mientras que la del grupo estadounidense mezclaba efectivo con acciones.
«El dinero es el rey de este momento, nadie quiere títulos», afirmó el jueves el director financiero de Rio Tinto, Guy Elliott, en una conferencia de prensa.
La operación daría nacimiento al número uno mundial del aluminio, con una producción de 4,3 millones de toneladas por año, contra 4 millones del nuevo grupo ruso Rusal, líder actual del sector, y 3,6 millones de Alcoa.
La producción mundial de aluminio primario, utilizado para fabricar latas de gaseosas o construir aviones, fue de 23,8 millones de toneladas en 2006, en alza de 28% en relación a 1996. En los últimos 30 años se ha más que duplicado, según el Instituto Internacional de Aluminio, con sede en Londres. La demanda ha aumentado fuertemente en los últimos tiempos.
La demanda es impulsada principalmente por países emergentes como China, India, Rusia y Brasil, cuyo apetito estimula desde hace unos tres años la cotización de los metales de base industriales.
«Todo gira en torno a China», subrayó el director general de Rio Tinto, Tom Albanese, en la conferencia de prensa. «Los tres metales que pueden asociarse actualmente al crecimiento económico del país son el acero, el cobre y el aluminio», agregó.
El grupo anglo-australiano, fundado hace 134 años, está muy presente en el mineral de hierro, componente del acero, y el cobre, pero tiene retrasos en el aluminio.
«Esta es la ocasión para Rio Tinto de reforzar su posición en el sector y poner freno a la expansión de sus competidores BHP Billiton y Alcoa», estimó Gavin Wendt, analista de Fat Prophets.