LAS COFRADÍAS GUATEMALTECAS: EL ENVOLTORIO SACRO DEL MITO


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Sin la cofradía guatemalteca, la religiosidad y la cosmogonía maya no hubiesen logrado llegar hasta nuestros días con su originalidad única e irrepetible en Hispanoamérica.

Celso A. Lara Figueroa

Con la magistralidad de la  sabiduría, los antiguos cargadores del tiempo y del alma, después de los procesos de evangelización y los procesos de conquista y colonización en Guatemala, se convirtió en una institución cristiana, en el crisol mismo donde los ajitz y ajkines dieron una dimensión propia al cristianismo, creando un sincretismo en donde atrás de la cruz se encuentran las creencias mayas.

    La cofradía es la institución más importante en Guatemala, porque permite la reproducción de la religiosidad y la cosmogonía maya. Es el crisol mágico y misterioso donde se conjuntan las voces que viven del pasado más remoto prehispánico con el cristianismo colonial y da voz al mundo maya contemporáneo.

    Por el sistema de cofradías presentes en todos los pueblos de Guatemala, perviven fiestas, ceremonias, mitos y ritos. Es el espectáculo de la identidad maya, es la que crea cohesión y da poder de identidad a los pueblos. Sus autoridades, ancianos y principales dirimen “la vida de las gentes” y son los que atan y desatan lo sagrado y lo profano en este suelo mágico y misterioso. En la cofradía principales y ancianos pespuntan con su sabiduría la religiosidad y la sacralidad de este pueblo del sur de Mesoamérica.

    Pero el caso de la cofradía guatemalteca es única en Iberoamérica. No existe otro sistema de cargos que sea reservorio de la identidad en la América Latina del Siglo XXI. Puede afirmarse que es el caso de la cofradía no tiene parangón en el mundo cristiano. Por otra parte el sistema de cofradías es muy tardío en España. Va a surgir hasta el siglo XII. En ese entonces era parte del sistema de gremios medievales y no una sociedad separada con una orientación religiosa propia como llegó a serlo en la Guatemala Colonial. La función principal de la cofradía era la de cuidar al santo patrón del gremio. Pero en un tiempo después se separó de los asuntos comerciales propios del gremio, aunque continúo permaneciendo como parte integral de éste. Además de cuidar al santo, los hermanos o cofrades, se responsabilizaban de los servicios fúnebres para los miembros y del patrocinio de las fiestas del santo patrono.

    Las cofradías fueron particularmente populares en España, en los Siglos XVI y XVII. Esto se debió al hecho de que la Iglesia Católica fomentó su proliferación como un instrumento de la Contrareforma. En España al momento de la Conquista del Nuevo Mundo existían más de 200 mil cofradías.

    Las cofradías arribaron al Nuevo Mundo con las naos españolas, y las cofradías se convierten de inmediato en uno de los recursos más importantes de evangelización. La primera cofradía surge en Guatemala en 1527 dedicada a la Virgen de la Concepción en el segundo asentamiento de la Ciudad de Santiago de Guatemala. En cada pueblo se fundaron infinidad de cofradías, como sistema para controlar la religiosidad indígena, animista por excelencia y dispersa en campos y valles.

    De tal manera que para los primeros veinticinco años del siglo XVII, las cofradías se habían convertido en un sistema que organizó el sincretismo religioso maya, ya que en la alta religiosidad de los mayas antiguos, el animismo de su religión se conjugaron en un sincretismo religioso que acrisoló una religión nueva: el animismo cristianismo maya que subsiste hasta nuestros días. Mediante ellas se reorganizó inicialmente a los vasallos reales, y estos a su vez encontraron en la institución un refugio a su cultura, contestataria desde aquellas épocas y que a través del tiempo ha sabido oponer un frente de etnoresistencia hacia la cultura hegemónica del catolicismo oficial.

     Por tanto, para los mayas contemporáneos la cofradía se convirtió en un símbolo en sí misma con el cual el maya contemporáneo está profundamente identificado, pues es el espectáculo y refugio de su propia cultura; constituye el punto referencial de su oposición psíquica contra lo impuesto desde el exterior, contra lo exógeno. Por lo que, debe entenderse como un fenómeno social total con rasgos precisos e irrepetibles que es la de ser un foco de identidad y seguridad colectivas del indígena maya.

    El sistema de cofradías es complejo. En cada pueblo existen varias instituciones de esta naturaleza, pero hay una principal, que es la que subordina a las demás. Cada cofradía está constituida por principales mayordomos, alguaciles y maseguales, por parte de los hombres, y por parte de las mujeres, las texeles, tienen los mismos cargos.
  
    Esencia del mito y del rito, cuando la cofradía desaparezca, los mayas habrán concluido sobre la faz del Mayab, tal es su importancia, ya que por su medio los indígenas guatemaltecos mayas redefinieron su pasado, se identifican con su historia, delimitan su universo social en un marco estructural en el que todo se confabula contra la identidad indígena. Es su reducto del futuro, por lo que se engrasan a los tiempos nuevos.

    Las cofradías son numerosas en todos los pueblos mayas de Guatemala. Llega a cientos, ya que cada pueblo cuenta entre cinco y veinte cofradías, siendo la principal la del Santo Patrono.

    Las cofradías de Joyabaj, en el Quiché ilustran todo el sistema indígena. Es así que en Joyabaj existen siete cofradías: Virgen del Tránsito (Kchú Marii), Señor de la Resurección (Ktá Sacrament), Virgen del Rosario (Kchú Rosar), La Santa Cruz (Ktá Cruz), Jesús Nazareno (Ktá Alma), San Marcos y San Juan. Las cuatro primeras son de mayor importancia y las siguientes dependientes.

    Cada una de ellas se compone de diez miembros de las cuales cinco son hombres (kjauxeles) y cinco mujeres (chichxeles). Del primero al quinto llevan los nombres de nabé, ucap, uroz, uca y arí, KJAUXEL O CHICHXEL, EN IDIOMA Kiché, según sea hombre o mujer quien desempeñe el cargo.

    Cada cofradía tiene sus propias imágenes que custodia en la “casa de la cofradía”, que el día del santo, en especial el día del santo patrono, salen en procesión en hombros de los principales y ancianos ajkin y al compás de sones en marimba, o en pito, tambor y cajita se encaminan a la iglesia. Las imágenes son portadas en andas adornadas con plumas de avestruz y pavo real, por el pueblo, el recorrido va siguiendo el orden maya del Tzolkín, la rueda del destino.

    Las mujeres ataviadas con trajes ceremoniales de cofradías, vistosos como el arcoíris, portan velas de cera virgen y ponen incienso en incensarios también de cofradía. La procesión es antecedida por bailes de moros y cristianos u otras danzas tradicionales y enorme cantidad de juegos pirotécnicos. En tanto las procesiones caminan por los pueblos, en la casa de cofradías, las mujeres, texeles, preparan la comida ritual que será consumida por los Principales y sus mujeres consagradas en la casa de cofradías al momento de concluir los rituales. Cofradía guatemalteca: crisol de mitos del mundo maya del siglo XXI.