Eugenio Derbez siente que ha empezado a romper algunos mitos en la industria del entretenimiento con «No se aceptan devoluciones». Ante el éxito histórico en la taquilla de Estados Unidos consideró que su filme ayudará a cambiar la forma en que los estadounidenses conciben el humor latinoamericano.
«La peli ha conectado muy bien con el público norteamericano. No me considero un parteaguas, creo que es muy temprano para pensar en eso, pero creo que la película ha abierto muchas puertas», dijo Derbez ayer durante la presentación del filme en México, donde se estrena el 20 de septiembre. «Estamos enseñando a los americanos que hay otras cosas de qué reírse y hay otro tipo de humor y películas que pueden funcionar también con ellos», agregó.
La cinta coescrita y protagonizada por Derbez, sigue a Valentín, un mujeriego quien de pronto recibe la visita de una mujer quien le informa que es padre de una niña llamada Maggie, la cual abandona con él. En un intento por regresar a la bebé con su madre, Valentín ingresa de manera ilegal a Estados Unidos donde, a diferencia de muchas cintas que abordan esta temática, se desempeña como un exitoso doble de cine.
La película se estrenó en salas estadounidenses a fines de agosto bajo el título de «Instructions Not Included» y se convirtió en el estreno más exitoso en español en ese país donde recaudó 10 millones de dólares en su primer fin de semana con sólo 347 copias. Ahora la película tiene más de 900 copias en exhibición, según cifras del propio Derbez.
«Me decían que no iba a funcionar fuera de México», señaló el comediante, quien previamente había actuado en filmes como «Bajo la misma luna» y «No eres tú, soy yo».
En México la cinta se estrenará con 1mil 500 copias, un récord histórico, según la distribuidora Videocine.
El filme, hablado en su mayoría en español, hace mofa de los cambios culturales que han enfrentado México y Estados Unidos, los cuales suelen ser abordados de manera estereotípica en filmes.
En una escena, mientras viajan a Estados Unidos, Valentín explica a la bebé las desventajas de permanecer en México, tales como la mala situación económica, el narcotráfico y la corrupción. En otra escena, Derbez habla a la pequeña de las desventajas de ser estadounidense cómo enfrentar las amenazas del terrorismo o que ante el crecimiento de la población hispana nadie le entienda al hablar en inglés
Guillermo Ríos, uno de los guionistas de la cinta, consideró dicha escena como «crucial».
«Para bien o para mal, este fenómeno está diciendo algo de la realidad política y social de Estados Unidos», apuntó Ríos. «Con esto Eugenio Derbez está rompiendo los paradigmas», expresó Ríos.
La actriz estadounidense Jessica Lindsey, quien encarna a la madre de Maggie y una de las pocas estadounidenses en el reparto, señaló que no le costó trabajo entender el tono de comedia del director el cual también ha sido asimilado por el público de Estados Unidos.
«El idioma del cine es muy similar» en ambos países, señaló Lindsey. «Estaba sentada en una sala de cine en Los Ángeles y todo el mundo estaba riéndose y llorando. En ese momento entendí que había un método perfecto de Eugenio y que lo entendía todo el mundo», agregó la actriz en español.
Derbez, reconocido por sus personajes cómicos El Lonje Moco, Marilín Mensón y Armando Hoyos, entre muchos más, admitió que su transición al cine fue complicada, pues no lo tomaban en serio tratándose de un actor cómico de televisión.
«No debe haber esta división entre cine y televisión, debe de haber una entre buenos y malos actores. Ojalá esta película ayude a demostrar que esta división no debe existir», puntualizó.
A pesar de que «hay mucha presión» por parte de la cadena Televisa para que siga desarrollando programas para ellos, la experiencia de hacer su propia película ha llevado a Derbez a pensar en alejarse de la pantalla chica. Por ejemplo, dijo que su participación en la próxima Copa Mundial de fútbol serán mínimas.
«Di lo que tenía que dar y son 20 años haciendo eso. Creo que esa etapa ya la debo de cerrar», dijo el actor, aunque admitió: «me está jalando más el cine, pero la tele no la quiero enterrar, sé que la gente la quiere y hay muchas presiones para hacerla».