Presentan informe sobre desperdicio de alimentos


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Cada año, los alimentos que se producen en el mundo y que no logran ser consumidos, absorben un volumen de agua equivalente al caudal anual del Volga, el río más grande y caudaloso de Europa, y son responsables de depositar 3.3 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta durante su producción.

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GUATEMALA Agencia CERIGUA

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) presentó recientemente el informe “La huella del desperdicio de alimentos: impacto en los recursos naturales”, el cual revela que la asombrosa cifra de 1.3 millones de toneladas de alimentos que se desperdician anualmente, no sólo provoca grandes pérdidas económicas, sino también un grave daño a los recursos naturales.

Se trata del primer estudio que analiza los efectos del despilfarro alimentario a nivel mundial desde una perspectiva medioambiental y se centra en sus consecuencias en el cambio climático, el uso del agua, la explotación del suelo y el impacto en la biodiversidad.

Agricultores, pescadores, procesadores de alimentos, supermercados, gobiernos municipales y nacionales, así como la población en general, tienen una gran responsabilidad en el fomento del desperdicio, pero también son actores clave para erradicarlo, aseguró el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

Los individuos no pueden permitir que un tercio de todos los alimentos que se producen en el mundo se pierdan o se desperdicien debido a las prácticas inadecuadas, al mismo tiempo que 870 millones de personas pasan hambre cada día, añadió Da Silva.

En muchos casos, a través de medidas sencillas y sensatas en hogares, comercios, restaurantes, escuelas y empresas, se puede contribuir con la sostenibilidad del medio ambiente, las mejoras económicas, la seguridad alimentaria y la realización del Desafío Hambre Cero, añadió Achim Steiner, Director Ejecutivo el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Los puntos críticos se encuentran en el desperdicio de cereales en Asia, en la excesiva producción de carnes, el desperdicio de fruta en Asia, Europa y América Latina, así como en los grandes despilfarros de hortalizas en Europa.