La canciller alemana, Angela Merkel, se pronunció contra la política de depreciación del euro propuesta por Francia, un tema que puede poner a prueba la colaboración bilateral, ya en dificultades por el grupo EADS a poco de la llegada al poder del francés Nicolas Sarkozy.
«Esto no me dice verdaderamente nada. No estoy lista para ir por ese camino. Y el gobierno alemán tampoco», declaró Merkel en una entrevista con el canal de televisión RTL difundida ayer al ser consultada sobre la propuesta francesa de depreciar el euro.
La declaración, que despunta un dejo de irritación, tuvo lugar luego de que el euro alcanzara un nuevo récord histórico al superar el umbral de 1,37 dólares, y puede enojar a París, para quien la fortaleza de la moneda única perjudica las exportaciones francesas.
Francia hace la guerra a Berlín sobre este tema desde hace meses.
Tanto Sarkozy como su rival socialista Ségolí¨ne Royale hicieron del euro un tema de la campaña presidencial. Ambos exigían una disminución de las competencias del Banco Central Europeo (BCE), al que acusan de sacrificar el crecimiento en favor de la lucha contra la inflación, a través de repetidas alzas de las tasas de interés, que estimulan el euro.
Al llegar a la presidencia, Sarkozy renunció a sus ideas de reformar el BCE a falta de apoyo de sus socios de la zona euro, pero busca reforzar el peso político del Eurogrupo, que reúne a los ministros de Finanzas de los 13 Estados que usan el euro, para contrarrestar los poderes del banco en el frente cambiario.
Merkel volvió a defender el martes la independencia del Banco Central Europeo (BCE).
«Alemania siempre se benefició de la independencia del banco, primero del Bundesbank y ahora la del BCE», estimó.
«Seguro, siempre tenemos la tendencia a decir que nos gustaría esto o lo otro, pero lo importante es que la gente esté protegida de la inflación», aseveró. «Es por eso que la independencia del BCE es un punto crucial. Y es por eso que Alemania no cambiará de opinión en este momento», añadió Merkel.
El debate tiene lugar en momentos en que ambos países negocian un acuerdo sobre la dirección del grupo europeo de aeronáutica y defensa EADS, casa matriz de Airbus.
Berlín, que sospecha que Francia quiere apoderarse de EADS, quiere imponer a Tom Enders como único presidente del ejecutivo del grupo, mientras que el francés Louis Gallois conservaría la presidencia de Airbus, según la prensa.
Los dos países se esfuerzan por concluir un acuerdo de aquí a su reunión informal del 16 de julio en Toulouse, sede de Airbus.
Según la revista Der Spiegel del lunes, durante una cena organizada la semana pasada por el grupo parlamentario socialdemócrata la canciller dijo a su predecesor Gerhard Schrí¶der que los alemanes tendrán problemas con Nicolas Sarkozy, que quiere imponer a toda costa los intereses franceses.
Durante la cumbre europea de junio, Sarkozy desempeñó un papel constructivo porque sus intereses coincidían por suerte con los alemanes, habría señalado Merkel, antes de agregar que es sólo cuestión de tiempo antes de que estalle un enfrentamiento.