Lí­bano: evacúan a refugiados palestinos


Situación. Los enfrentamientos continúan en el campo de refugiados de Nahr al-Bared.

Varias decenas de refugiados palestinos, junto a militantes de la OLP, huí­an hoy del campo de Nahr Al Bared, en el norte del Lí­bano, una evacuación que puede presagiar una intervención del Ejército contra el feudo de los islamistas de Fatah al Islam.


«Más de 50 personas se encuentran en el puesto de control (militar) al sur del campo y están a la espera de salir», declaró a la AFP la portavoz de Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Virginia de la Guardia.

Alrededor de 150 militantes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) también abandonaban el campo, dijo a la AFP uno de los representantes de este organismo.

Según él, los únicos combatientes que quedan en el interior pertenecen al movimiento sunita Fatah Al Islam, que admite tener afinidades ideológicas con la red terrorista Al Qaeda.

Un corresponsal de la AFP vio salir del campo seis camiones militares que transportaban a estos militantes.

Por el contrario se desconoce el número exacto de civiles que permanecen en Nahr Al Bared. El lunes un responsable palestino estimó que eran unos 400.

De este campo reducido a ruinas ya han escapado decenas de miles de personas desde que el pasado 20 de mayo estallaron encarnizados combates entre el Ejército y el grupúsculo islamista.

La evacuación de este miércoles es la de mayor envergadura en las últimas semanas y podrí­a «dejar el campo más libre al Ejército para intervenir, sin que los civiles corran peligro», consideró una fuente palestina.

El CICR, que coordina las evacuaciones, señaló sin embargo que la operación no desalojará más que a unas 60 personas.

Anteriormente el Ejército habí­a anunciado que los últimos civiles saldrí­an a lo largo de la jornada.

Las previsiones del CICR son distintas.

Virginia de la Guardia cuenta con que haya más evacuaciones esta semana. «Los diarios siguen hablando de asalto final, pero en realidad no ocurre nada», recalcó.

Antes de las escaramuzas entre los islamistas y los militares unos 31.000 refugiados viví­an en Nahr Al Bared, levantado cerca de la localidad de Trí­poli, pero desde entonces muchos de ellos han huido al campo aledaño de Badaui.

Las condiciones sanitarias han suscitado gran inquietud entre las organizaciones humanitarias que desde el 20 de junio no han podido penetrar en Nahr Al Bared, sitiado por los militares.

El Ejército tampoco entra en los campos, pues se lo impiden los acuerdos firmados entre Lí­bano y los palestinos, que dejan la seguridad de estos recintos en manos de las formaciones polí­ticas y castrenses palestinas, principalmente al Fatah del presidente Mahmud Abas.

Los bombardeos diarios sobre Nahr Al Bared no han logrado expulsar del mismo a los islamistas de Fatah Al Islam. El Ejército, que en junio consiguió desalojarlos de la parte norte, anunció el martes que habí­a «estrechado el cerco» en el flanco sur, tomado por los extremistas.

Con 174 muertos, entre ellos 86 soldados, estos combates son los más sangrientos desde el final de la guerra civil en 1990.

Estallaron cuando Fatah al Islam, integrado por combatientes de distintas nacionalidades, atacó al Ejército en las inmediaciones de Nahr Al Bared.

Las autoridades libanesas acusan al grupo sunita de ser un instrumento del espionaje sirio para desestabilizar Lí­bano.

174 muertos ha dejado el enfrentamiento entre los palestinos y el Ejército de Lí­bano en el campo de refugiados.