Las grandes arterias de la capital china están ’desnudas’ desde hace semanas de anuncios de artículos y bienes de lujo, en una campaña de ’purificación’ publicitaria de las autoridades para poner freno al aumento de desigualdades sociales antes de los Juegos Olímpicos de 2008.
Las grandes vallas publicitarias de las avenidas de Pekín están vacías, desprovistas de esos anuncios de programas inmobiliarios de lujo como la «Casa del Marqués» o el «Castillo de Edimburgo».
En la comercial avenida de Wangfujing, la publicidad de una marca deportiva es la única que ha resistido a la campaña de ’purificación’ publicitaria puesta en marcha en mayo por el alcalde de Pekín para librar a la ciudad de los anuncios de productos de lujo y fastuosos estilos de vida.
Las autoridades chinas acusan a esas publicidades de atizar la desigualdad entre ricos y pobres y temen que ello pueda conllevar un aumento de tensiones sociales que perjudique a los Juegos Olímpicos de agosto de 2008.
«Muchos utilizan esos términos exagerados que animal al lujo y la ociosidad, inaccesibles para los ciudadanos con bajos ingresos y que tienen una mala influencia sobre la atmósfera armoniosa de la capital», dijo el alcalde Wang Qishan.
La campaña anti-ostentación se ha puesto en marcha varios meses antes de una importante cita política, el XVII Congreso del Partido Comunista Chino (PCC), una gran maniobra… publicitaria para el régimen de Pekín.
El Departamento de Pekín para la Administración de la Industria y el Comercio, responsable de la aplicación de las nuevas reglas, precisó que «el contenido de ciertos anuncios publicitarios no corresponde a las demandas de la civilización socialista» y no está «en línea con el espíritu comunista».
Las autoridades de la capital china también han aprovechado su campaña para acabar con una serie de anuncios y vallas publicitarias ilegales en el marco de esta remodelación de la ciudad de cara a los Juegos Olímpicos.
«A ojos del gobierno, la ciudad estaba contaminada por los anuncios», explicó un directivo de una empresa occidental de publicidad que pidió el anonimato.
Esa fuente recordó que China aún es oficialmente un país comunista.
«Sin embargo, los Juegos Olímpicos de Pekín serán los más comerciales de la historia. Ese acontecimiento deportivo contará con más de 50 socios comerciales, más del doble de los existentes en ninguna otra ocasión. Se venderá absolutamente de todo», añadió el directivo.
Zhong Wei, director de una empresa de publicidad denominada Vision New Outdoor Advertising, señaló que las medidas han afectado a todo Pekín.
«Casi todas las vallas publicitarias del centro de la ciudad fueron quitadas en los últimos dos meses», señaló.
«Nuestro negocio está ’de vacas flacas’», reconoció el directivo de otra empresa publicitaria que, de acuerdo con la nueva regla del ’no’ a la ostentación, también pidió permanecer en el anonimato.