Durante una semana al año se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la que fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud, OMS en 1992.
La OMS señala que la lactancia «es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños».
Y recomienda que ésta se mantenga de manera exclusiva durante los seis primeros meses de vida del recién nacido. Y continuar amamantando hasta los 2 años de vida al mismo tiempo que se incluye en la dieta del bebé otros alimentos complementarios.
La Academia Americana de Pediatría recomienda mantener la lactancia al menos durante el primer año.
No se puede definir una duración «normal» de la lactancia materna en la especie humana, pues parece que periodos de lactancia se pueden extender tanto como la variabilidad de culturas existentes en el mundo.
Se pueden referir casos en donde se considera un acto únicamente de bebés de pocas semanas o meses, así como también se encuentran casos en los que se ha mantenido la lactancia durante varios años.
Hasta finales del siglo XIX los bebes humanos fueron alimentados con leche materna, y si la madre fallecía o tenía alguna dificultad para hacerlo, se contrataba una mujer recién parida que pudiera hacerlo, una de las principales tareas de las nanas de la época. Sin embargo, a principios del siglo XX se crean leches artificiales y se inicia “el mayor experimento a gran escala en una especie animal»: a la especie humana se le cambia su forma de alimentación inicial y los niños pasan a ser alimentados con leche modificada de una especie distinta.”
Esto provoca que poco a poco se abandone la lactancia materna y se sustituya la alimentación del bebe por fórmulas preparadas. Pero en los años 70 se emite un comunicado mundial advirtiendo preocupación por el problema de la malnutrición infantil derivada del abandono de la lactancia materna e invita a la industria a cambiar sus prácticas de publicidad de productos para la alimentación infantil.
Pero es hasta 1979 cuando la OMS organiza una reunión internacional sobre la alimentación del lactante y el niño pequeño. Y se emite el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna. Además de iniciarse en la búsqueda de evidencia sobre la superioridad de la leche humana para la alimentación del lactante y el niño pequeño.
Y es así como la evidencia científica sobre que el abandono de la lactancia materna supone un problema de salud pública prioritario en todos los países del mundo empujó a las instituciones internacionales y nacionales poner en marcha diferentes iniciativas.
Como ventajas se habla de la prevención de infecciones como la gastroenteritis, la enterocolitis necrosante y el cólera. Además de no tener costo adicional, ni utilizar recipientes por transportar y lavar, mantenerse a temperatura óptima, y estar disponible a cualquier hora. Además de sus excelentes características propias.
Además de permitir a la madre retornar a su estado inicial más pronto.
Las mujeres deben ser instruidas sobre la lactancia materna, que nos permita tener ciudadanos más sanos.