El INGUAT estima que necesitan al menos US$20 millones para echar a andar el proyecto
En la actualidad, llegar tarda dos días y el país desperdicia la oportunidad de mostrarse al mundo y obtener divisas por ello
Analistas urgen que se fortalezca el presupuesto a la cultura y que ésta sea una prioridad gubernamental
mrodriguez@lahora.com.gt
Lo que en siglos pasados se conocía como el Reino Kan, actualmente comprende un área de 21 mil kilómetros cuadrados, que alberga siete sitios arqueológicos alrededor de la zona selvática del departamento de Petén. A pesar que estos sitios cada día muestran avances en investigación, además de aportar a la biodiversidad de Guatemala, administraciones de Gobierno no destinan los fondos suficientes para su mantenimiento, conservación y más importante, su promoción y desarrollo, con lo cual se podría atraer al turismo.
Dos de los proyectos arqueológicos más importantes del siglo XXI, El Mirador y el Reino Kan se encuentran totalmente desfinanciados, aunque ya se tienen planteamientos importantes para desarrollarlos.
Aunado a esto, en los últimos cinco años, la depredación, incendios, tala inmoderada, avance de la frontera agrícola y el narcotráfico podrían acabar con el sitio El Mirador, el cual sigue “perdido” en la frondosa selva petenera sin que el Gobierno de Guatemala implemente acciones concretas para rescatarlo.
Actualmente, la Reserva Arqueológica y Natural El Mirador se localiza en el corazón de la Reserva de la Biosfera Maya, en el departamento de Petén. Esta es considerada la ciudad más grande y antigua de los mayas. El Mirador posee la pirámide más grande del mundo: La Danta, a la vez que en el Parque Nacional Río Azul se encuentran, al menos 26 sitios más.
FALTA INTERÉS
Para Estefanía Cohn, analista en temas de Turismo de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, estos sitios están descuidados por falta de fondos, por lo cual no se proporciona una mejor calidad y comodidad de servicios a los turistas.
Cohn agrega que esta situación es lamentable y que no debería pasar, porque afecta la imagen de Guatemala que se proyecta al exterior.
“El que estos lugares estén descuidados genera que no entren divisas al país, lo cual podría mejorar el clima de inversión. Si no hay inversión se deteriorarán más y dejarán de ser lo que son actualmente. A veces es por la falta de fondos y otras es falta de interés por conservar el patrimonio. Existen países que cuentan con su patrimonio cultural y le sacan provecho; en Guatemala lastimosamente no lo hacemos por desinterés”, expresa la investigadora.
Para la directora ejecutiva de la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (Pacunam), Claudia Rosales, el principal problema radica en que a lo largo del tiempo, la investigación poco a poco se ha ido trabajando solo en sitios como Quiriguá, Kaminal Juyú o Tikal, pero que en realidad Guatemala cuenta con riqueza cultural para incursionar en todos los demás sitios, pero necesita un presupuesto grande.
De esa cuenta, opina que los Gobiernos no designan fondos suficientes, porque estos proyectos no son prioridad en los distintos programas estatales.
Rosales agrega: “En el caso de los sitios emblemáticos, solo el mantenimiento de Tikal ronda los 20 millones de dólares al año. Desgraciadamente, el Ministerio de Cultura y Deportes tiene todos los fondos asignados al deporte, y la asignación que se le da a Cultura es mínima. Y dentro de Cultura se tiene que asignar a patrimonios. Por eso no alcanzan los fondos. Probablemente sería recomendable separar Cultura de Deportes y se le prestara atención a la primera”.
INVERSIÓN INICIAL
Al respecto, el director del Instituto Guatemalteco de Turismo, Pedro Pablo Dúchez, indica que haría falta invertir 10 millones de dólares inicialmente para mejorar el acceso y la infraestructura del sitio arqueológico El Mirador, en el departamento de Petén.
Dúchez afirma que anualmente ese sitio arqueológico recibe la visita de tres mil turistas, la mayoría extranjeros y que cada turista genera ingresos al Estado de Guatemala, que oscilan entre cuatrocientos hasta tres mil dólares.
Asimismo, el funcionario expuso que las visitas incrementarían si a través de la mejora de infraestructura vial se redujera el tiempo promedio de dos días para llegar a dicho sitio.
“Estimamos que la inversión inicial debe ser de diez millones de dólares, inicial en infraestructura. Luego, otros 10 millones de dólares en marketing y mercadeo a nivel internacional. Necesitamos 20 millones de dólares. Fácilmente podría haber un incremento del 30 o 40 por ciento en el ingreso de turistas, si se desarrolla la infraestructura necesaria para que el turista se hospede más días de lo que se hospeda actualmente y que gaste más dinero por día, entonces de ahí es donde se verán las divisas por turismo”, manifiesta el funcionario.
El director del Inguat expone que buscarán los fondos necesarios con los ministerios de Comunicaciones y de Cultura y Deportes.
Por otro lado, Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), afirma que por el momento solamente ha habido una inversión directa de un millón de dólares, con la cual durante cuatro años se dieron capacitaciones, asistencia técnica, procesos de comercialización, servicios en páginas de internet y la comercialización en redes sociales; todo a las 5 comunidades aledañas a estos sitios arqueológicos.
Zapata argumenta que estos recursos provinieron del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo y de la Fundación Pacunam.
“Aún falta inversión en cuanto a la infraestructura turística y consideramos que otras organizaciones van a tener que involucrarse porque parte de este proceso incluye tener mejores senderos hacia una mejor infraestructura turística en El Mirador”, declara el directivo.
Empero, Claudia Rosales, de Pacunam, señala que probablemente se necesitarían cerca de 50 millones de dólares para establecer verdaderamente un circuito y construir la infraestructura que se necesita; para poder impulsar este proyecto (Reino Kan), y trabajar, sobre todo, en el tema de la seguridad.
Rosales dijo que la inversión le corresponde al Estado de Guatemala porque en primer lugar, El Mirador es un área protegida por lo cual no se puede vender a lo privado, ni la tierra ni el lugar.
“El Gobierno debe coordinar con sus ministerios el tema de la inversión. Obviamente si necesita de inversión en infraestructura vial, será el Ministerio de Comunicaciones. La parte del Patrimonio la ve el Ministerio de Cultura y Deportes. La parte del desarrollo turístico la ve el Inguat. Es importante la coordinación interinstitucional entre los ministerios que corresponde para atender estos sitios de manera eficiente, hacia mejores destinos turísticos a nivel mundial”, exterioriza la representante de Pacunam.
PLAZOS DE EJECUCIÓN
Expertos en temas de Turismo prevén que todo lo que se necesita en el Reino Kan podría trabajarse por fases, pero en una primera etapa el sitio El Mirador, si se invirtiera de inicio los diez millones de dólares, en un plazo de 2 años. Probablemente, todo los demás proyectos estarían listos en 5 o 7 años de trabajo más, porque se tiene que tomar en cuenta que los arqueólogos deben seguir trabajando.
TALÓN DE AQUILES
“En estos sitios se necesita que haya seguridad para el visitante, tanto seguridad física en el caso de un accidente, así como seguridad para las mismas pirámides para que no haya gente que saquee. Actualmente hay muchos saqueos en el área de Petén. Hay que hacer estaciones para los guarda recursos y para el mismo Ejército, que se podría hacer cargo de la seguridad del área”, advierte la directiva de Pacunam.
Para el director del Inguat, uno de los elementos que sin duda alguna se tienen que seguir impulsando es el tema de la seguridad a los turistas en el departamento de Petén. Dúchez informa que el año pasado y de la mano del Ministerio de Gobernación, se hicieron varias visitas a Petén y se logró la captura dos bandas que estaban asaltando en la ruta a Tikal. El funcionario sostiene que estas bandas ya fueron desarticuladas y que no han tenido informes de nuevos asaltos.
PROPUESTAS
Entre las propuestas, Estefanía Cohn, investigadora de Asies, indica que el Inguat debe incentivar a procesos de conservación de estos sitios arqueológicos y las comunidades deben acompañar estos procesos, con las divisas que se generan actualmente.
Además, la entrevistada sugiere blindar una parte del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación, específicamente para la promoción y desarrollo de estos sitios arqueológicos, así como para su mantenimiento y conservación.
Según Claudia Rosales, es necesario crear una estrategia de Estado con una visión de mediano y largo plazo, en la cual exista un compromiso de desarrollo y de conservación del Reino Kan, porque no se trata solo de desarrollo, afirma, sino de desarrollar y mostrar al mundo las riquezas que tiene el país. Es por eso que la directiva urge de una estrategia interinstitucional que tome la conservación del patrimonio cultural de Guatemala como una de sus banderas.
“La Política Nacional de Desarrollo Turístico Sostenible es una política para todo el país y en varios segmentos: cultura, pesca deportiva, ciudades coloniales, el Caribe, entre otros. El Inguat, ni con todos los recursos que tiene, podría solo afrontar el desarrollo del Reino Kan. Pero merece la pena pensar en que sea un proyecto solo y aparte, desde el punto de vista de generar ingresos al país”, recomienda.
Las distintas administraciones de Gobierno deben tomar en cuenta que estos sitios arqueológicos que hoy están descuidados, en su momento pertenecieron a las Tierras Bajas de la civilización maya, y por lo tanto poseen lo que los expertos llaman “majestuosidad arquitectónica”. Además, la importancia de estos sitios radica en toda la información que nos pueda brindar sobre nuestro pasado que no hemos terminado de descubrir, plasmado en templos, estelas, paneles, frisos y jeroglíficos.
Finalmente, concluyen las entrevistadas, que esta es una oportunidad para reescribir la historia y para conocer una civilización tan mística en la que apenas llevamos cientos de años de investigación, para una cultura de hace más de tres mil años. La idea fundamental sería que ésta se pueda utilizar en un futuro como un recurso cultural para poder promover a Guatemala como un destino turístico de orden mundial.
FICHA TÉCNICA
Lo que se conoce como Reino Kan comprende los sitios: El Mirador, como el más antiguo; Baxtún; Jolmul, que es donde se encontró el friso maya y que es bastante antiguo e incluso más que el propio Mirador; y más recientes del Periodo Clásico y más desarrollados en cuanto a arte están los sitios arqueológicos La Corona y el sitio Waka. El área que cubre el Reino Kan son 21 mil 600 kilómetros cuadrados.
El sitio turístico comprende circuitos en las 5 comunidades aledañas: Uaxactún, Cruce Dos Aguadas, Paso Caballos, La Máquina y Carmelita, esta última es la ruta más utilizada para llegar a las ruinas de El Mirador. Estas comunidades viven en extrema pobreza y para ellos el turismo es una alternativa para poder generar ingresos y desarrollo económico.
Asimismo, casualmente la Reserva Biosfera Maya es el área que contiene la mayor biodiversidad de fauna del país, por ejemplo la guacamaya roja, que está en peligro de extinción; el jaguar, el tapir, el mono aullador, y que son especies nativas de la región.
GREMIALES OPINAN
“Lo que hacemos es informar de los sitios, incluirlos dentro de nuestros programas e itinerarios, de una forma comercializarlos para posteriormente, se lleve a la realización de una venta, que llegue al pasajero y visite estos centros arqueológicos.
Todo está conformado ya por paquetes dentro de circuitos, para que tanto turistas nacionales como internacionales, nos contacten y a través de cualquier empresa que pertenezca a la Gremial, pueda brindarle los servicios efectivamente”.
José María Álvarez
Miembro Gremial de Tour Operadores
“Falta mucho por hacer para lograr un verdadero desarrollo turístico en esta región. Es sabido que para que exista desarrollo turístico se necesitan algunos servicios y cierta infraestructura. Actualmente llegar a El Mirador no es accesible para todas las personas. No hay un camino y las condiciones no son aptas para que la gente llegue. Está hecho para cierto segmento. Incluso, la misma comunicación entre las comunidades es remota, porque disponen apenas de una línea telefónica, por ejemplo. Hay una serie de necesidades en estas áreas”.
Nancy Mejía
Cámara Guatemalteca de Turismo