Indignante atropello a mujeres en la calle


Oscar-Marroquin-2013

Ayer por la mañana uno de los compañeros de trabajo en La Hora me pidió que fuera a su computadora porque tenía algo que mostrarme. Con curiosidad me planté frente al monitor y empecé a ver las escenas violentas de un operativo de la Policía Municipal, realizado el día anterior en la zona 9, contra mujeres vendedoras ambulantes que fueron despojadas de sus pertenencias pero, además, salvajemente agredidas sin respetar siquiera que una de ellas tenía un niño en brazos. El vecino que estaba filmando la escena con su celular trató de impedir la agresión a la mujer y lo que se sacó fue una soberana pateada por los valientes agentes de la Policía Municipal de la Ciudad de Guatemala.

Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt


Siempre he creído que es importante el ordenamiento urbano y que los vecinos tenemos que atenernos a las reglas existentes, sea en temas de ventas callejeras, de tránsito o de construcción. Sin embargo, me llama poderosamente la atención la forma abusiva y violenta en que actuaron los agentes en contra de unas mujeres, en contraste con la tolerancia que tienen sus colegas de la PMT, por ejemplo, con los abusos de los autobuseros o con el incumplimiento de las ordenanzas en el caso de los motoristas. No digamos en cuanto a la tolerancia que tiene la Municipalidad y sus más altas autoridades para otorgar licencias de construcción a poderosos grupos, inclusive acelerando procesos como hicieron para facilitar la edificación de una gran torre en la zona 14 extendiendo la licencia horas antes de que entrara en vigor el Plan de Ordenamiento Territorial que hubiera impedido la ejecución de un proyecto de esa naturaleza y dimensión.
 
 En Guatemala vivimos en medio del más absoluto irrespeto a las leyes y ordenanzas, y las ventas callejeras no son una excepción a esa anarquía. Sin embargo, no deja de ser sintomático que en contra de los vendedores ambulantes se use toda la fuerza, hasta con extrema brutalidad, mientras que con otros infractores en cuestiones no sólo más dañinas para el desarrollo urbano sino irreparables, se hagan de la vista gorda y hasta se asuman posturas complacientes.
 
 Creo que este caso documentado en dos videos que fueron colgados en las redes sociales tiene que ser materia para que el licenciado Jorge de León Duque, en su calidad de Procurador de los Derechos Humanos, se manifieste e interese por conocer la forma prepotente y grosera en que se trata a vecinos que no tienen ni poder económico, ni contactos, ni influencias como para recibir el trato discriminatorio que la comuna ofrece a los paniaguados de los administradores de la ciudad.
 
 Esos que financian pasos a desnivel a cambio de que se les autoricen proyectos que perturban seriamente el desarrollo metropolitano y causan serios problemas viales y urbanísticos. Ahora mismo la Empresa Eléctrica está dejando sin servicio a extensos sectores para realizar obras a fin de atender las necesidades de un enorme complejo que se construye en la zona 14 porque la demanda de electricidad de lo que será un gran centro comercial, con edificios de apartamentos y de oficinas, obliga a nuevos tendidos de líneas de distribución.
 
 La idea de que o todos hijos o todos entenados no se aplica porque los raseros son obviamente distintos. Para mis amigos todo y para mis enemigos la ley, parece ser la máxima de quienes dirigen el Ayuntamiento. Y los pobres, los que viven del trabajo diario vendiendo en las calles y soportando no sólo inclemencias del tiempo sino todo tipo de adversidades, no llegan a la categoría de amigos y por lo tanto, la ley con palo y garrote es lo único que pueden esperar.