Decenas de miles de partidarios de la Hermandad Musulmana salieron hoy a las calles en varios vecindarios de El Cairo y otras ciudades egipcias en desafío a un estado de emergencia impuesto por el ejército después del derramamiento de sangre en el país esta semana; funcionarios de seguridad informaron que al menos 60 personas murieron hoy en los enfrentamientos en Egipto.
Los manifestantes salieron de las mezquitas tras las oraciones tradicionales del mediodía en respuesta al llamado de la Hermandad para llevar a cabo un «Día de Indignación», mientras vehículos militares blindados cerraban el paso a las principales plazas de la capital egipcia y soldados con ametralladoras se mantenían en alerta en las intersecciones clave.
Millares de personas marcharon por uno de los puentes sobre el río Nilo en El Cairo, manifestando su apoyo a la Hermandad y su oposición al golpe militar.
Las protestas se intensificaron, encendidas por la indignación que causó la muerte de 638 personas el miércoles, cuando la policía antimotines apoyada por vehículos blindados, francotiradores expertos y topadoras desalojaron dos campamentos informales donde los manifestantes se habían instalado durante seis semanas para exigir la reposición del presidente Mohamed Morsi.
La represión desencadenó enfrentamientos mortíferos entre las fuerzas de seguridad y los partidarios de Morsi en otros puntos de Egipto, y el ministerio del Interior autorizó el uso de la fuerza contra cualquiera que ataque a la policía y las instituciones estatales.
Egipto, la nación árabe de mayor población, ha quedado polarizada desde que los militares destituyeron a Morsi el 3 de julio, después de varios días de protestas masivas contra él y su Hermandad.
Pero los partidarios de Morsi han asumido una actitud desafiante y han exigido su reinstalación. La comunidad internacional instó a ambas partes a mostrar moderación.