El descubrimiento de un friso maya al norte de Guatemala revela información sobre lo que pasó con la civilización maya de Tikal, según su descubridor el antropólogo Francisco Estrada-Belli.
El friso, descubierto en el sitio arqueológico Holmul en Petén, de 8 metros de largo por 2 metros de alto, se encuentra en la parte superior de un edificio o pirámide rectangular de unos 10 metros. Está ricamente decorado con imágenes de dioses y gobernantes y una larga inscripción dedicatoria. Su composición incluye tres personajes principales vistiendo ricos atavíos de plumas de quetzal y jade, sentados sobre cabezas de monstruos llamados witz.
El personaje central del friso se identifica como Och Chan Yopaat, que significa «el rayo entró al cielo», según los signos jeroglíficos en su tocado y en el texto debajo de su imagen. En el centro hay un monstruo y desde su boca se desprenden serpientes emplumadas de las cuales emergen los ancestros y cerros laterales. Entre ellos están las figuras de dos dioses ancianos, otorgándole al personaje central un objeto identificado por un signo jeroglífico como ‘primer tamal’. Arriba de los personajes corre una banda de símbolos astrales conocida como ‘banda celestial’ que indica que las figuras representadas se encuentran en el mundo celestial de dioses y ancestros.
Según el antropólogo Francisco Estrada-Belli, el friso pertenece a la época clásica y es uno de los pocos lugares que se han encontrado que mencionan al reino de Tikal.
«Para el año 600, d.C., se consideró una época oscura del reino de Tikal, porque entonces estos dejaron de erigir estelas presuntamente porque habían sido derrotados y su pueblo había sido casi conquistado», explicó el antropólogo.
Estrada-Belli agregó que «aquí se cierra un círculo sobre los enemigos del reino de Tikal. Esto nos explica la relación que hubo entre el rey de Holmul, el rey de Naranjo y el rey de Kan, este último, era el que dominaba. Estaban ubicados alrededor de Tikal, junto a otros que eran enemigos del reino, lo estaban sofocando», dice el arqueólogo, en los últimos momentos del reinado de Tikal.
«Del edificio donde está el friso, solo se ha descubierto en la parte exterior, falta la parte interior donde hay cuartos, creemos que puede haber decoración pintada, algún entierro o tumba», afirmó.
Para el experto en epigrafía maya de la Universidad de Texas en Austin, David Stuart, la lectura del texto maya es excelente. Pero a pesar de que las autoridades han calificado de extraordinario el descubrimiento, Stuart dice que hay otros que le puede hacer competencia.
«Es muy impresionante» indicó Stuart y agregó que «yo ciertamente no diría que es «la más espectacular» fachada de un templo. «Hay otros edificios mayas que son igual de magníficos, si no posiblemente más» dijo Stuart.
Una de las cosas que llamó la atención de los arqueólogos que trabajaron en el lugar fue la forma en la que estaba preservado el friso.
«El edificio los mayas lo enterraron, le pusieron piedras muy grandes encima, lo hicieron con mucho cuidado hasta se ven las huellas digitales de ellos impregnadas en el lodo, se ve que lo pintaron varias veces», expresó Estrada-Belli que también explicó que será hasta abril del 2014 cuando vuelvan al lugar a continuar con los trabajos de investigación, debido a la temporada de invierno en el país.
Sobre las condiciones de seguridad del área donde se encuentra el descubrimiento el arqueólogo manifestó que el lugar está cerrado al tráfico del público pues está en un área de reserva natural que por ley está protegida y que tiene vigilancia las 24 horas para evitar saqueos.
«Yo espero que este descubrimiento deje más claro que los mayas no eran tan extraños, ni se los llevaron los extraterrestres, eran como otra cultura, tenían entre ellos reyes poderosos que intentaron dominar toda la región y que llegaron a ser un imperio», dijo Estrada-Belli y añadió: «cualquier ser humano en frente de ese friso, se siente tan pequeño porque es una cosa tan magnifica».