RESIDENCIA
(Voz y voto del geranio, 1943)
Pues la tierra es de todos y de nadie
el geranio se propaga por la tierra;
pues la luz es de todos y de nadie
el geranio mora en la luz;
pues el agua es de todos y de nadie
el geranio vive en el agua;
pues el aire es de todos y de nadie
el geranio se desplaza por el aire;
el geranio está en la tierra
y en el aire
y en la luz
y en el agua;
el geranio reside en todas partes.
LOS ALBAí‘ILES CANTAN
(A fuego lento, 1946)
Los albañiles cantan desde los andamiajes
desde el cemento,
desde el hierro,
desde la cal;
sus ayudantes silban.
Los albañiles sudan chorros,
se ensucian las camisas
y trabajan con los zapatos rotos.
Pero el domingo se ponen las camisas blancas
y los zapatos nuevos, que rechinan un poco,
y se acercan a sus novias religiosamente
como quien se acerca a un mantel o mira un cromo.
Los albañiles trabajan cantando
una canción, cualquier canción,
y desde los andamios
se asemejan un poco a los ángeles
con sus alas de cal y entre nubes de arena.
Guardan dentro de su corazón
pequeñas ilusiones como frutas maduras
igual que las abuelas entre la ropa blanca
membrillos de olor.
Los albañiles cantan,
sus ayudantes silban.
A veces desde los andamios,
se derrumban.
DUNIA
(Diez colores nuevos, 1967)
Dunias son las sonrisas que intercambian,
bobalicones, los enamorados,
dunia es la flor que no se mira nunca,
y es dunia también la primera sonrisa
de un recién nacido.
Dunia es el color de todo lo inmaterial
es el color de la ausencia,
el color de los adioses
y el color con que la música y la poesía
se presentan cuando echan la casa por la ventana.
La piel de un potrillo o de un becerro
de tres días es de un dunia intenso,
lo mismo que las perlas en embrión,
las estrellas que no se ven desde la tierra,
los pétalos no abiertos de las flores
y los ojos de los niños que duermen
en el claustro materno.
Lo no tocado todavía es dunia,
como la atmósfera de los espejismos
y las plumas de los pájaros
que oímos cantar, pero no vemos.
Los lagos y los ríos que nadie ha descubierto
en estas selvas vírgenes de América.
MUERTE DE UN PATRIOTA
(La siesta del gorila y otros poemas, 1972)
Uno termina su trabajo de oficina
recoge los papeles y los guarda en su escritorio
con gesto cordial se despide del portero
Y
mientras te diriges al garaje
recuerdas la lucha
tu compromiso con la patria
las arduas lecturas
de las modernas teorías socioeconómicas
la dialéctica
el cabello de tu esposa y la sonrisa de tus hijos
Abres la portezuela de tu automóvil
y los dedos de la mano de súbito vacíos
dibujan en el aire el contorno de la llave
Es que no has abierto el automóvil
sino la puerta de tu propia muerte
y quedas tendido en el cemento de la acera
con el cuerpo agujereado por diez balas
Los asesinos esta noche cenarán con el gorila
OREN EN ENERO*
(Palindromagia, 1983)
¿Oro le da? Me opongo. ¡Cogno! ¿Poema del oro?
¡Oro ama! Dan oro, nada más oro.
Oro lloro, oro moro, oro foro.
Oro toro, oro coro, oro loro,
oro poro, oro Eta, oro no con oro.
Oro sea y oro allá ore.
Oro: don inodoro. Oro, yo doy oro.
Oro lo coloro. ¿Oro da? ¿Oro aparta?
Oro ata oro, oro, ese oro,
Oro acata oro. Acá oro.
Otro coro oro cortó.
Oro acá. Oro ataca oro. Oro, ese oro.
Oro ata oro, atrapa oro, adoro.
Oro lo coloro. Oro, yo doy oro.
Oro, don inodoro. Oro, allá oro.
Ya es oro, oro no con oro, atesoro.
Oro poro, oro logro, oro coro,
oro toro, oro foro, oro moro.
Oro lloro. ¿Oros ama? Dan oro.
Nada más oro. ¿Oro le da?
Me opongo. ¡Cogno! Poema del oro.
*Reléase desde la última línea hasta la primera.
DEMANDA DE DIVORCIO
(Sea breve, 1999)
?Sí, señor. Me quiero divorciar de él porque se ha convertido en un aburrido y detestable alcohólico anónimo. Me gustaba más cuando era un borracho alegre, simpático y conocido.
ALERGIA
(Sea breve, 1999)
Amaba con especial deleite la ópera, la opereta, la zarzuela y, por supuesto, a las mujeres. Cierto día descubrió que las cabelleras femeninas le producían una modestísima alergia que le impedía el goce sexual. Fue entonces cuando decidió viajar a Europa y pedirle a Ionesco la mano de la cantante calva.
MUERTE DE UN RIMADOR
(Sea breve, 1999)
Agapito Pito era un rimador nato y recalcitrante. Un buen día viajó un extraño país en donde toda rima, aunque fuese asonante, era castigada con todo rigor, incluyendo la pena de muerte.
Pito empezó a rimar a diestra y siniestra sin darse cuenta del peligro que corría su vida. Veinticuatro horas después fue encarcelado y condenado a la pena máxima. Considerando su condición de extranjero, las altas autoridades dictaminaron que podría salvar el pellejo solamente si pedía perdón públicamente, ante el ídolo antirrimático que se alzaba en la plaza central de ciudad.
El día señalado, el empedernido rimador fue conducido a la plaza y ante la expectación de la multitud, el juez del supremo tribunal le preguntó:
? ¿Pides perdon al ídolo?
? Pídolo.
Agapito Pito fue linchado ipso facto.
GENTE EDUCADA
(Gente educada, 1997)
?Muchas gracias por dejarme tocar sus maravillosas piernas ?dijo el caballero, poniéndose de pie para abandonar el autobús.
?Al contrario ?replicó la dama? gracias a usted por tocármelas.