El español Rafael Nadal arrolló ayer 6-2, 6-2 a Milos Raonic en la final del Masters de Montreal, y frustró las esperanzas del canadiense, de ser el primer tenista local en coronarse campeón de este certamen en 55 años.
Robert Bedard, el último nacional que ganó el torneo, entonces llamado Abierto de Canadá, en 1955, estuvo en el graderío y vio la forma en que Nadal conquistó sin problemas su tercer trofeo del certamen.
El astro español se proclamó monarca también en 2005 y 2008.
«Para ganar acá tengo que jugar a tope», dijo Nadal. «Estoy muy contento por la forma en que jugué casi cada partido de este torneo. Este título es muy importante para mí. Estoy feliz por todo».
Raonic fue el primer canadiense en llegar siquiera a la final desde Bedard, quien tiene ahora 81 años.
«En general, el torneo fue muy bueno», dijo Raonic. «Hubo muchas situaciones por las que estoy contento ante la forma en que las resolví, y hubo muchas experiencias de aprendizaje».
Nadal, en su primer torneo desde que sucumbió en la primera ronda de Wimbledon en junio, se apuntó su octavo título en lo que va del año y el 58vo de su carrera. El sábado por la noche, en las semifinales, Nadal se impuso en tres sets al serbio Novak Djokovic.
«He hecho muchas cosas bien», dijo Nadal. «Mi devolución fue muy buena esta tarde. He devuelto algunos primeros saques en sus momentos importantes, decisivos. Luego, creo que él cometió más errores de lo habitual. Eso me ha ayudado».
Al llegar a la final, Raonic, de 22 años, avanzará al décimo lugar del escalafón mundial, un récord para un canadiense. Será el tenista más joven en colocarse entre los 10 primeros del mundo.
«Con su saque, tiene muy buenas oportunidades de estar entre los 10 primeros por un largo tiempo», dijo Nadal. «Lo que hace falta es trabajar en la parte de la mentalidad y en el juego desde la línea de fondo. Hay que jugar como se debe en los puntos importantes. Creo que él lo logrará»
Durante toda la semana, Raonic vistió camisetas semejantes a las que se usan en la Copa Davis, con una hoja de arce impresa en el pecho. Para la final utilizó una prenda roja y blanca, los colores nacionales.
Pero Nadal lo fulminó en apenas una hora y ocho minutos.
El público en el estadio Uniprix apoyó entusiasta a Raonic en un duelo desigual.
El juego de Nadal fue más completo, incluidos sus passing shots y sus tiros desde el fondo. Raonic sólo lució en los games en que le funcionó su potente saque.
Nadal ascenderá del cuarto al tercer puesto en el «ranking».