Tras la muerte de Otto-Raúl González, un espacio quedó vacío en la literatura guatemalteca. Fue el último escritor vivo de aquella generación que vivió la dictadura de Jorge Ubico, y luchó hasta que lo obligó a renunciar. Ningún otro autor ha sido tan prolífico en Guatemala como él; todavía el año pasado había presentado su último libro, que en total estarían sumando poco más de ochenta.
En esta ocasión, Diario La Hora le dedica el presente número al poeta, a manera de homenaje tras su muerte. En las páginas centrales, se presenta una entrevista que ofreciera en vida, y en donde habla de los aspectos más relevantes de su vida.
Para resaltar en esa entrevista, es observar que Otto-Raúl siempre fue consecuente, y que la relación que había entre literatura y compromiso siempre estuvo vigente.
Como hecho importante, es que nuestro poeta rechaza la tesis de Octavio Paz, de que no debe existir ese vínculo entre literatura y compromiso. Tajantemente, González indica que tuvo problemas por contradecir al Premio Nobel mexicano, y que eso le valió el cierre de las editoriales grandes de ese país.
Para la muerte de Octavio Paz, coincidentemente se le abrieron a González las editoriales de México, entre ellas el Fondo de Cultura Económica, que le publicó un volumen extenso con una antología de su poesía. El prólogo de ese libro se encuentra transcrito en la página siguiente.
También se recopiló las opiniones que han prevalecido, hoy y desde siempre, con respecto a Otto-Raúl González, que a lo largo de su vida, y también ahora en su muerte, cosechó buenas críticas y comentarios.
Y, por último, se incluye una selección de poemas y cuentos breves, porque más importante que oír hablar de él, es leerlo a él. Sirvan, pues, estas páginas para rendirle un homenaje póstumo a uno de los más importantes poetas de Guatemala de la segunda mitad del siglo XX.