Realizan sus actividades en el país numerosas empresas que explotan la maquila, por lo que constituyen fuentes de trabajo para centenares o millares de trabajadores y trabajadoras.
Eso es positivo, pero lo negativo es que los empresarios de origen coreano irrespetan impunemente las leyes que protegen a los y a las laborantes que prestan sus servicios en sus establecimientos fabriles.
Según denuncias que han sido hechas por trabajadores y trabajadoras afectados por los propietarios de las maquilas, éstos no pagan el Bono 14 que durante el gobierno que presidió el ingeniero Jorge Antonio Serrano Elías fue creado.
Dicho sea de paso, se piensa que el Bono 14 debió haber tenido una gradación especial para no dar ese beneficio a los súper asalariados altos funcionarios del oficialismo.
Se debió haber preceptuado, en la disposición que gamonalmente fundó el bono, que, por ejemplo, los burócratas que tuviesen emolumentos de Q30 mil a 50 mil, sólo tendrían derecho a percibir el 50 por ciento del sueldo que mensualmente tienen asignado en el presupuesto general de la nación, y que los que ganan más de Q50 mil, tuviesen derecho únicamente al 15 o al 25 por ciento, pero como que hubo dedicatoria, no declarada públicamente, para los funcionarios empingorotados…
Es como el caso del Parlacen, que vino al mundo oficial para que los mandamases de todo el istmo centroamericano continuaran succionando hasta el hartazgo las mamas de las vacas lecheras una vez zafaran los “caites” de los estribos de las alfanas…
Pero retomemos la línea inicial del comentario. Discúlpese la digresión.
Los amos y señores de las maquilas, además de no pagar el Bono 14, hacen lo mismo, a ciencia y paciencia de las autoridades del ramo laboral, con las prestaciones restantes, sobre todo con la indemnización, al quedar cesantes los trabajadores y las trabajadoras. Y… ¡santos en paz!
Anda por ahí un runrún referente a que los inspectores de trabajo, al nomás pasar la fecha en que supuestamente los patronos de empresas lucrativas en general, han cumplido con pagar a los y a las laborantes el Bono 14, lo que menos hacen es indagarse de que efectivamente han cumplido, más bien –se afirma– se introducen en las oficinas de los empresarios y, a puerta cerrada, tratan ¿…? lo del Bono 14. Pronto, esos inspectores “inquisidores” abandonan las oficinas del cuento y se meten en sus vehículos evidentemente satisfechos de haber platicado con los patronos… ¡”Algo” les ha de haber producido complacencia!…
Las autoridades respectivas deben adoptar todas aquellas medidas legales acordes con sus facultades, para marcar ¡alto! a las injusticias de los extranjeros que han caído en nuestro suelo para explotar a más no poder la producción de artículos diversos que incrementan sus millonarios o multimillonarios capitales.
Cuando han logrado inflar como a estallar sus bolsillos, o bien cuando han fracasado o fingido fracasar en sus negocios, esa gente foránea ha anochecido astutamente para no amanecer en este país de la eterna… primavera y, por supuesto, ha dejado sin cubrir los modestos salarios de los trabajadores y trabajadoras que contribuyeron a elevar el enriquecimiento de los “prófugos”.
Algunos de los empresarios que no han decidido traspasar las fronteras o no han podido hacerlo, han sido víctimas de la violencia por su mal comportamiento contra el personal asalariado que estuvo a su servicio. Deplorable pero explicable lo ocurrido…
Es lamentable, sumamente lamentable, que los capitalistas del exterior que nos caen como paracaidistas para aumentar las millonadas de que se han hecho, vengan a cometer arbitrariedades e iniquidades contra los guatemaltecos que a duras penas subsisten con los salarios que, casi por lo general, están por debajo del “salario mínimo” establecido como a regañadientes tras multitudinarias manifestaciones de trabajadores y trabajadoras.