La OPA presentada por la constructora española Acciona y el grupo energético italiano Enel para la adquisición de la compañía eléctrica española Endesa puede seguir adelante tras el visto bueno incondicional dado hoy por la Comisión Europea.
En un comunicado divulgado el jueves, la Comisión estimó que la Oferta Pública de Adquisición «no obstaculizaría de manera significativa el ejercicio de una competencia efectiva en el Espacio Económico Europeo».
Ayer, la Comisión Nacional de la Energía (CNE, autoridad reguladora española) ya dio luz verde al lanzamiento de esta OPA, aunque con 12 condiciones, una de las cuales limita el poder de Enel, controlado por el Estado italiano.
Unas condiciones que el ejecutivo europeo se propone examinar con lupa para garantizar que no violen las normativas comunitarias en materia de fusión.
«Vamos a examinar, muy detenidamente, las medidas anunciadas ayer por la CNE», declaró el portavoz de Competencia del ejecutivo de la Unión Europea, Jonathan Todd.
«Vamos a ver si los límites impuestos son conformes al artículo 21 del reglamento europeo sobre fusiones, que da a la Comisión una competencia exclusiva sobre el control de las fusiones de dimensión europea desde el punto de vista de la competencia», agregó.
Este artículo también prohíbe a los Estados miembros imponer condiciones que puedan infringir la libertad de circulación de capitales inscrita en los tratados, recordó.
En la lucha por el control de Endesa, Acciona y Enel han desbancado al gigante energético alemán EON, que se ha visto obligado a abandonar la carrera a principios de abril, a cambio de la promesa de poder comprar activos de la compañía eléctrica española.
La Comisión Europea recalca que entre estos activos figuran «las actividades actuales de Enel en el ámbito de la producción, de la distribución y del suministro de electricidad en España (con la excepción de su participación en Eufer), algunos otros activos de Endesa situados en España, las actividades actuales de Endesa en Italia, así como actividades análogas en Francia, en Polonia y en Turquía».
Antes incluso de que Enel y Acciona relegaran al gigante alemán, cuando la oferta de este último seguía sobre el tapete, la Comisión Europea plantó cara a Madrid y a la CNE, a los que reprochaba haber impuesto a EON condiciones «ilegales» para impedirle que obtuviera el control de Endesa.
Bruselas consideró entonces que se aplicaban criterios proteccionistas que estaban fuera de lugar.
Luego, a pesar de la retirada de la oferta de EON, la Comisión decidió llevar el caso ante la Corte Europea de Justicia.