Los aficionados a los pájaros están de parabienes en Estados Unidos y el responsable de ellos es un ave típica de Centro y Sudamérica que apareció misteriosamente en Nuevo México.
ALBUQUERQUE /Agencia AP
El pájaro que ha causado tanto revuelo es el rascón de cuello rufo, un ave que jamás se había visto en Estados Unidos y que desde hace dos semanas se pasea por el Bosque del Apache, un refugio silvestre. Se trata de un pájaro que normalmente se ve en las costas o los bosques de Centroamérica y del Sur.
Su repentina aparición generó reservas de aviones de último momento y paseos en auto como los de «The Big Year», la película cómica protagonizada por Steve Martin, Jack Black y Owen Wilson sobre una competencia anual entre amantes de los pájaros en la que se trata de identificar la mayor cantidad posible de aves en Estados Unidos. La diferencia es que en este caso de la vida real nadie jamás soñó con ver un rascón en suelo estadounidense.
El propio presidente de la Asociación de Aficionados a los Pájaros Jeffrey Gordon y su esposa abordaron a su auto e hicieron un viaje de siete horas desde Colorado hasta el sur de Nuevo México para ver el ave. Dijo que ver un rascón era como sacar una escalera real con los naipes.
«Son aves que tienen fama de no mostrarse mucho», comentó. «Poder ver un rascón grande, colorido… verlo pasearse a la vista de todos es algo muy especial, sobre todo si se toma en cuenta que se encuentra a miles de kilómetros de los sitios donde supuestamente uno los puede ver».
Los teléfonos no dejan de sonar en el Bosque del Apache desde el 7 de julio, en que alguien divisó por primera vez al ave con aspecto de un pollo pequeño. Matt Daw estaba filmando mirasoles al borde de un pantano cuando irrumpió el rascón. Daw se sorprendió tanto que apagó la cámara luego de unos segundos.
«Le arruinaron las tomas. Apareció de entre unas totoras y la cámara comienza a sacudirse. Es cómico», cuenta Aaron Mize, administrador del refugio. «Entre los aficionados a las aves dicen que es la mejor toma arruinada jamás vista».
Desde entonces cientos de amantes de los pájaros han venido al refugio para ver el rascón y tomarle fotos. Al salir y ponerse el sol todos los días, según Mize, el paseo se llena de gente que quiere ver al pájaro salir de entre las totoras y tratar de pillar alguna cigala.
El refugio es uno de los mejores sitios del país para observar aves y atrae decenas de miles de personas todos los años en el otoño y el invierno, en que se producen las grandes migraciones de gansos azules y las grullas canadienses, entre otros. Mize dice que cuesta creer que un solo pájaro haya generado tanto fervor.
«Es maravilloso. Todos los días llega gente de Albuquerque, de la Florida, de California y de la costa atlántica», expresó. «La gente viene manejando autos alquilados porque es algo realmente inusual y bonito».
Sandy Komito, legendario aficionado a las aves, vino especialmente para ver al rascón a mediados de julio. Komito tiene el récord a la mayor cantidad de especies divisadas en un año en Estados Unidos y Canadá.
Komito, quien tiene 73 años, había visto un solo rascón hasta ahora. El martes de la semana pasada se pasó 11 horas al sol tratando de ver un ejemplar, sin éxito. Por la noche, no obstante, le contaron que el pájaro había sido divisado de nuevo. Al día siguiente se presentó en el lugar temprano con su cámara, y allí estaba el ave. Le sacó unas 200 fotos a toda velocidad.
«Es muy placentero ver algo y luego tratar de determinar qué fue lo que uno descubrió», comentó Komito en una entrevista telefónica. «En cierto sentido, cuando uno trata de divisar pájaros raros es como buscar oro. El pájaro representa una pepita».
Empleados del refugio cuentan que un individuo de Iowa se tomó un avión hasta Denver, donde alquiló un auto y se vino para ver el rascón, sin poder divisar uno. Regresó a Denver frustrado y cuando estaba entregando el auto alquilado recibió una llamada en la que le contaban que el pájaro había reaparecido. Sin pensarlo demasiado cambió de vuelo, volvió a alquilar el auto y regresó al refugio.
«La gente hace cosas increíbles», expresó Mize. «Para los aficionados a las aves es algo grandioso poder divisar este pájaro sin necesidad de ir a Belice, Costa Rica o Sudamérica».
El gran interrogante es cómo fue que el ave apareció en Nuevo México. Algunos lo atribuyen al cambio del clima, otros a las alas del pájaro.
«Las aves que tienen la capacidad de volar largas distancias hacen estas cosas y es una de las características más lindas de esta actividad», dijo Gordon. «Cuando aparecen estas aves, es como un gran regalo de Navidad».