El Tribunal Supremo español elevó hoy de 640 a mil 084 años de cárcel la condena contra el ex represor argentino Adolfo Scilingo que en 2005 pronunció la Audiencia Nacional por los delitos de lesa humanidad durante la dictadura (1976-83), pero limitó la prisión efectiva.
Scilingo, de 60 años, primer ex represor argentino juzgado por un tribunal extranjero en su presencia, que había recurrido la condena de la Audiencia Nacional, cumplirá sin embargo una pena limitada de prisión efectiva.
El alto tribunal decidió establecer «en 25 años el límite máximo de cumplimiento efectivo de la condena» dictada contra el ex capitán de corbeta, que en 1997 reconoció ante el juez español Baltasar Garzón que había participado en dos «vuelos de la muerte».
Por entonces, Scilingo prestaba servicios en la Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los peores campos de concentración de la dictadura argentina, por donde pasaron 5.000 de los 30.000 desaparecidos, según organismos de derechos humanos.
El incremento de la condena inicial se debe a que el Tribunal Supremo agregó delitos que no habían sido contemplados inicialmente, pero que constituyen «crímenes contra la humanidad según el derecho internacional», explicaron fuentes judiciales.
El tribunal de la Audiencia Nacional que presidió el juez Fernando García Nicolás había condenado a Scilingo por un delito de «lesa humanidad con causación de treinta muertes, una detención ilegal y tortura, a 30 penas de 21 años de prisión y dos penas de cinco años».
El Tribunal Supremo decidió el miércoles condenar a Scilingo como «autor de 30 delitos de asesinato (19 años cada uno), un delito de detención ilegal (cuatro años) y como cómplice de 255 delitos de detención ilegal (dos años de prisión cada uno), según el auto del alto tribunal.
En cambio, esa instancia, que adoptó su decisión por mayoría de diez a cinco magistrados, decidió absolver al ex marino por el delito de tortura.
«Es una buena noticia», declaró a la AFP Manuel Ollé, uno de los más activos abogados en las causas abiertas en España contra los militares argentinos, casi inmediatamente después de conocerse el anuncio del Tribunal Supremo.
Scilingo está detenido en España desde 1997, cuando el juez español Baltasar Garzón ordenó su encarcelamiento tras escuchar su confesión.
Pero de forma ininterrumpida está en la cárcel en este país desde 2001, indicaron fuentes judiciales.
El ex marino, egresado de la escuela naval en los años 70 con el grado de guardiamarina y calificación de electricista, se retiró a los 40 años en 1986. Casi diez años más tarde, admitió que había participado en la «guerra sucia» liderada por los militares. En febrero de 1995 confesó su participación en los vuelos de la muerte.
En su relato al periodista argentino Horacio Verbitsky, autor del libro «El vuelo», Scilingo explicó cómo eran ejecutados presos políticos secuestrados en la ESMA, que eran arrojados vivos al mar, previamente narcotizados. Scilingo también dio datos sobre el robo de bebés nacidos en cautiverio.
En un fallo histórico, el 19 de abril de 2005, la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, condenó a Scilingo a 640 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, detención ilegal y tortura durante el régimen militar, convirtiéndolo en el primer ex represor argentino condenado en presencia en el extranjero.