Gran Bretaña sigue en alerta máxima


Arresto. Foto de archivo de la familia de Mohammed Asha, arrestado por la policí­a británica por su supuesta relación con los ataques fallidos.

Un investigador de Scotland Yard viaja a Australia para interrogar a uno de los ocho sospechosos de los atentados frustrados de Londres y Glasgow, mientras Gran Bretaña sigue en alerta máxima antes del aniversario de los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres.


Según la BBC, las autoridades británicas tienen intenciones de revisar a la baja el nivel de alerta, que pasarí­a de «crí­tico» (atentado considerado inminente) a «grave».

La ministra del Interior, Jacqui Smith, interrogada durante una visita al sudeste de Londres, recordó que dicha decisión depende del Centro de Análisis Conjunto del Terrorismo. «Esta decisión será tomada en base a los informes de inteligencia cuando haya llegado el momento», dijo, sin dar más precisiones.

Un funcionario del departamento antiterrorista de Scotland Yard viajará el jueves a Australia para interrogar a Mohamed Haneef, un médico indio de 27 años arrestado en el aeropuerto de Brisbane, con un boleto de ida simple para India. La justicia australiana prolongó 48 horas su detención para que Scotland Yard pueda interrogar a este médico que vivió en Liverpool (noroeste de Inglaterra) antes de ir a trabajar a Australia.

Otro médico, que también llegó de Liverpool pero cuya nacionalidad no ha sido revelada, fue puesto en libertad por la policí­a.

La investigación, que avanza rápidamente, permitió arrestar en pocos dí­as a ocho sospechosos: siete hombres –médicos o internos– y una mujer. Todos ellos trabajaban para el servicio de salud británico (NHS), provocando una gran conmoción en el ambiente médico del paí­s. Aparentemente, todos nacieron en India o en Oriente Medio.

Por otra parte, otros dos hombres, arrestados el martes cerca de Blackpool (noroeste) en el marco de la ley antiterrorista, no tienen ninguna relación con la investigación sobre los atentados fallidos.

Varios periódicos afirman este miércoles que algunos sospechosos ya eran conocidos por los servicios de inteligencia británicos, que los vigilaban porque eran «personas que conocí­an a otras personas».

Según determinados medios, los dos hombres que lanzaron un jeep contra la terminal del aeropuerto de Glasgow el sábado al anochecer –los doctores Jalid Ahmed y Bilal Abdulá, aparentemente ambos iraquí­es– también podrí­an ser los conductores de los dos coches Mercedes encontrados en Londres, cargados con gasolina, bombonas de gas y clavos. Estas informaciones no han sido confirmadas oficialmente.

Estas revelaciones tuvieron lugar mientras el paí­s sigue viviendo al ritmo de las explosiones controladas de artefactos sospechosos y de alertas en los transportes. Una de las terminales del aeropuerto de Heathrow fue parcialmente evacuada durante varias horas el martes por la tarde, provocando la anulación de más de 100 vuelos e importantes atrasos.

En este ambiente de gran tensión, Gran Bretaña se dispone a conmemorar el sábado el segundo aniversario de los atentados del 7 de julio en Londres, que dejaron 56 muertos, incluyendo a los cuatro kamikazes.