Cuerpos de turistas llegan a España


Funeral. España recibió hoy los cuerpos de los turistas que murieron en Yemen durante un ataque terrorista.

Los restos de los siete turistas españoles que el lunes murieron en Yemen y cinco de los heridos en un atentado atribuido por Saná a la red Al Qaeda, llegaron hoy a España, donde las autoridades descartaron que el ataque fuera pensado contra un objetivo español.


«Todo apunta a que el atentado era, más que nada, contra turistas occidentales. Pudiera haber sido cualquier otro occidental», indicó a la AFP una fuente diplomática española, interrogada acerca de si fueron blanco del ataque por ser españoles.

Dos yemenitas que conducí­an los vehí­culos de los turistas murieron y otros cuatro que eran escoltas resultaron heridos en el ataque.

La fuente diplomática española aseguró que «fue una selección de ví­ctima aleatoria. Unicamente se buscaba hacer mucho ruido y llamar la atención», puntualizó.

El ataque que costó la vida a siete turistas españoles e hirió a otros seis el lunes cuando un coche bomba -con un suicida en su interior- embistió los dos vehí­culos en que viajaban en el noreste de Yemen, 170 km al este de Saná, es el peor cometido contra occidentales en ese paí­s desde el año 2000.

El grupo de turistas procedentes en su mayorí­a de Cataluña y Paí­s Vasco, acababan de visitar el templo del Dios de la Luna, que data de hace 3.000 años, en la conflictiva región de Marib.

El gobierno de Yemen atribuyó el atentado a la red terrorista Al Qaida, contra la cual viene desarrollando una serie de operaciones tras los atentados de 2001 en Estados Unidos.

Justamente fue en Yemen donde en el año 2000 se produjo una de las primeras apariciones públicas de Al Qaida, al cometer un atentado contra el destructor estadounidense «US Cole» que causó la muerte a 17 marineros norteamericanos.

El avión que transportaba los cuerpos de las siete ví­ctimas españolas y a cinco de los heridos -un sexto sigue en Yemen- llegó hoy poco después de las 07H00 locales (05H00 GMT) a la base militar de Torrejón de Ardoz, cerca de Madrid, constató un fotógrafo de la AFP.