Ministro de Defensa nipón renuncia


Renuncia. El ministro de defensa de Japón, Fumio Kyuma (I) presentó su dimisión, luego de referirse a los ataques contra su paí­s con bombas nucleares.

El ministro nipón de Defensa, Fumio Kyuma, dimitió hoy tras haber provocado una fuerte polémica al justificar el lanzamiento de bombas atómicas estadounidenses contra Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial, tema muy sensible en Japón 60 años después de ese conflicto.


«He presentado mi dimisión al primer ministro, que la ha aceptado», declaró a los periodistas Kyuma, de 66 años.

Poco después, el gobierno nipón anunció la sustitución del ministro dimisionario por Yuriko Koike, consejera para la seguridad nacional y a partir de ahora nueva ministra de Defensa.

Kyuma fue el primer titular de Defensa de Japón desde el final de la Segunda Guerra Mundial tras la creación de dicha cartera, en enero, pues antes sólo existí­a una «Agencia de Defensa» ya que Japón es un paí­s oficialmente pacifista según la Constitución de 1947.

Es también diputado por la sureña Nagasaki, segunda ciudad del mundo tras Hiroshima donde cayó la bomba atómica lanzada por los estadounidenses y sí­mbolo del pacifismo y de los movimientos antinucleares, que tienen gran influencia en Japón.

Kyuma provocó la indignación general el sábado al declarar que las bombas atómicas lanzadas en agosto de 1945 por Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki, que causaron más de 210.000 muertos, eran «inevitables» para prevenir una invasión soviética de Japón.

En su opinión, los estadounidenses pensaron que el recurso al arma suprema «precipitarí­a la capitulación de Japón e impedirí­a de paso a la Unión Soviética declarar la guerra» contra el paí­s.

«Por suerte Hokkaido no fue ocupada. En el peor de los casos, habrí­a podido ser tomada por la Unión Soviética», añadió Kyuma en referencia a la gran isla del norte de Japón cerca a las costas del extremo oriental de Rusia.

Sus palabras correspondí­an a una tesis defendida por numerosos historiadores japoneses pero, sin embargo, fueron interpretadas como una justificación de las bombas atómicas estadounidenses en un Japón donde aún está muy vivo el recuerdo de Hiroshima y Nagasaki, las únicas dos ciudades de todo el planeta en experimentar de primera mano los estragos del arma suprema.

Las asociaciones de supervivientes de los bombardeos calificaron de «escandalosas» las palabras de Kyuma y se negaron a que estuviese presente en las ceremonias de conmemoración de los bombardeos, previstas para dentro de pocos dí­as.

La oposición e incluso ciertos miembros de la coalición gubernamental exigieron la renuncia del ministro, famoso por su franqueza y por haber criticado la invasión estadounidense de Irak.

Kyuma presentó sus excusas y recibió una severa amonestación el lunes del primer ministro, Shinzo Abe, que, sin embargo, no lograron calmar las aguas.

«Las cosas han dado un giro que no podí­a imaginar, y ya no puedo gozar de la comprensión del pueblo», explicó el martes para justificar su dimisión.

La polémica llega en un mal momento para el gobierno de Abe, cuya popularidad está cayendo en picado según los sondeos, a menos de un mes de unas elecciones senatoriales cruciales.