Las FARC criticaron hoy al ministro del Interior, quien insinuó que las protestas campesinas en el noreste del país estaban infiltradas por la guerrilla.
«Para justificar la represión, usted no puede acusar a los labriegos del Catatumbo y sus voceros de estar infiltrados o pertenecer a las FARC», aseguró el grupo rebelde en una declaración que fue leída en La Habana, Cuba, por Jesús Santrich, uno de los negociadores del grupo rebelde en el proceso de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
«Con soberbia no se puede pretender evadir los compromisos y deberes sociales del Estado», insistieron las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). «No hay que estigmatizar sino mirar a sus pobladores como lo que son: campesinos, gente humilde que, desde antes, mucho antes de iniciarse el proceso de La Habana, con justa agenda y con propia voz, han clamado pacíficamente por sus derechos conculcados».
En las protestas, que se iniciaron hace casi un mes, han muerto cuatro personas.
«En el Catatumbo, los actores armados ilegales apuestan por incidir en el proceso de La Habana, y eso no lo vamos a permitir», dijo el ministro del Interior Fernando Carrillo en una entrevista divulgada el domingo en el diario El Tiempo. Agregó que los reclamos sociales son válidos pero que no es aceptable «traer una agenda política, coincidente y aplaudida desde La Habana, a un diálogo con campesinos».
Tibú, una localidad de unos 40.000 habitantes y a unos 480 kilómetros al noreste de Bogotá, es uno de los siete municipios que integran la llamada región del Catatumbo colombiano, unas 346.000 hectáreas del noreste del país donde hay presencia de grupos armados ilegales, narcos y contrabando.
Varios delegados del gobierno central se encuentran en la zona del Catatumbo para tratar de llegar a un acuerdo con los manifestantes y de esa forma levantar el paro.
«En este momento estamos esperando el llamado del gobierno para reanudar la mesa (de conversación)», comentó César Jerez, de la Asociación Nacional de Reservas Campesinas, uno de los grupos que encabeza la manifestación.
«El gobierno debe no dilatar más esto; ya que llevamos 28 días» de paro, agregó Jerez vía telefónica a The Associated Press. Jerez enfatizó que en otros sitios del país también hay protestas, como en el departamento de Arauca, al noreste del país.
«La situación de Arauca en este momento está tranquila», comentó por teléfono el general Rodolfo Palomino, jefe de Seguridad Ciudadana de la Policía.
El coronel Javier Arias, comandante de la Policía en Arauca, precisó que en las primeras horas del lunes hubo bloqueos y protestas en solidaridad con los manifestantes del Catatumbo. Advirtió, sin embargo, que sobre el mediodía la situación se había normalizado.
«Son unas organizaciones cívicas-populares», dijo Arias, quien agregó que entre 300 y 400 personas participaron pacíficamente en Arauca, capital de Arauca y a 460 kilómetros al noreste de Bogotá.
La Fuerza Aérea informó el lunes que ha enviado a la zona de Catatumbo más de 91 toneladas de víveres y que ha facilitado la movilización de pasajeros que se encontraban varados en Tibú y fueron trasladados hacia Cúcuta, la capital de Norte de Santander y a 400 kilómetros al noreste de la capital colombiana.