En momentos que su rival más cercano tomó un repentino impulso, la precandidata demócrata Hillary Clinton decidió poner sobre la mesa su arma secreta de campaña: su esposo Bill.
El carismático ex presidente se unirá a Hillary el lunes en una gira relámpago de tres días a Iowa, un estado donde Hillary va rezagada en las encuestas con respecto a uno de sus rivales, el senador Barack Obama.
Ese estado es además crucial pues es el que da el puntapié inicial en la votación para la interna que define al candidato demócrata que seguirá su carrera hacia la Casa Blanca, y su resultado suele marcar la tendencia electoral.
Para los analistas, los escándalos de la presidencia de Bill Clinton no han contribuido a los niveles de simpatía a su esposa en las encuestas nacionales, sin embargo estiman que el ex presidente sigue siendo muy popular entre los partidarios demócratas, quienes en definitiva decidirán las elecciones internas.
Bill Clinton ha demostrado ser también un excelente recaudador de fondos, algo fundamental para Hillary a quien su principal rival demócrata ha aventajado en cinco millones de dólares en el último trimestre.
«Bill Clinton es alguien que los principales demócratas al menos les gusta ver, si van por él pero la escuchan a ella puede que se vayan muy impresionados; ella tiene bastante labia, hace un buen trabajo y es muy inteligente», dijo el profesor de ciencia política de la Universidad de Iowa Steffen Schmidt.
Schmidt reconoció sin embargo «cierto riesgo» en los «demócratas más tradicionales» molestos con Clinton por «su estilo de vida», entre otras razones.
Bill ha hecho escasas apariciones en la campaña. La más notoria fue en mayo a través de un meloso video difundido en internet en el que rinde tributo a su esposa.
Al mes siguiente apareció en otro en el que parodiaba el misterioso final de «Los sopranos», a la vez que develaba el tema musical de la campaña de Hillary. La pareja ofrecerá además a los votantes un vistazo al autobús de campaña a través de una cámara en internet llamado «HillCam».
Esta será la primera vez que Bill comparte escena con su esposa durante la campaña.
«No creo que sea un signo de que se sientan presionados», dijo el profesor de ciencia política de la Universidad de Iowa, Cary Covington.
«Estaban esperando a traerlo hasta que estuviera claro que era la campaña de Hillary y que Bill estaría allí para apoyarla. Ellos creen que ya la han establecido a ella como la dueña y jefa de su campaña», explicó.
La pregunta real será qué tan bien Bill compartirá la escena con su esposa. Su presencia podría opacar a su mujer como sucedió en el funeral de la leyenda de los derechos civiles, Coretta Scott King, donde su discurso fue ovacionado.
Esta vez, la elección de sus palabras, conducta y distribución de tiempos al hablar serán cuidadosamente supervisados.
Las encuestas nacionales le dan a Hillary entre un 43% y un 48% del voto demócrata, comparado contra el 19% a 25% que recibe Obama y entre el 11% y el 17% obtenido por John Edwards.
Sin embargo el tempranero estado de Iowa, es el punto débil. Los Clinton nunca han hecho campaña en ese estado, un lugar mayormente rural donde los votantes esperan que los candidatos discutan sus posiciones junto a una taza de café.
En cambio, otro de los rivales de Clinton, Edwards, construyó buenos lazos con Iowa durante su campaña de 2004, lazos que cuidadosamente ha mantenido hasta ahora. La fuerza de Edwards en ese estado es tan grande, que uno de los directores de campaña de Hillary le sugirió que no desperdiciara esfuerzos en el estado.
Clinton se negó y se las ha ingeniado para acortar la brecha que la separaba originalmente de Edwards en las últimas semanas. Las encuestas la ubican con un 24,7% de intención de voto en Iowa, menos de un punto porcentual detrás de Edwards con 25,3%. Obama ocupa el tercer lugar con un 17,3%.
Cary Covington, profesor de ciencia política de la Universidad de Iowa.