Generación Cero es un movimiento social integrado por personas adultas y jóvenes, organizaciones, instituciones, asociaciones, líderes y lideresas de opinión, que buscan la construcción de una sociedad más incluyente y respetuosa de todas las personas en Centroamérica.
La entidad busca promover un diálogo respetuoso a nivel de sociedad, sobre los temas de estigma, marginalización y discriminación en general, además de comunicar propuestas concretas para reducir acciones discriminatorias por cualquier motivo, edad, género, nivel socioeconómico, orientación sexual, estatus de salud, apariencia y por el tipo de trabajo, entre otros.
En Guatemala, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las mujeres indígenas son objeto de triple discriminación, por su origen étnico, género y pobreza.
Datos de una encuesta centroamericana sobre estigma y discriminación revelan que el 25 por ciento de las personas entrevistadas admitieron tener actitudes abiertamente discriminatorias y el 12 por ciento discriminatorias con reservas; además, cuatro de cada 10 entrevistadas opinaron que los niños y niñas con VIH deben recibir educación aparte.
El 30 por ciento de quienes participaron en esta investigación opinaron que las personas tienen derecho a agredir a una persona trans por su forma de ser, en tanto que en países como Belice es un delito penal ser homosexual.
Generación Cero subraya que las personas con capacidades diferentes son tratadas con lástima y no se les brindan las mismas oportunidades.
El nombre “Generación Cero” surgió de la meta que tienen de lograr cero acciones discriminatorias e intolerantes, a través de la realización de foros, marchas, conciertos, conversatorios y otras actividades de participación ciudadana.
Una de las acciones de Generación Cero fue la campaña “Que nos defiendan las acciones, no las palabras”, la que consistió en una serie de imágenes publicitarias, donde se presentaba a una trabajadora sexual, un gay, una persona que vive con VIH y una mujer trans, como madre de familia, profesionales, trabajadores y creyentes, sin embargo, la Municipalidad de Guatemala optó por retirarla, por presiones de grupos conservadores.
La campaña sigue circulando en redes sociales y en buses urbanos, pues lo que busca es hacer conciencia de que todos y todas son seres humanos y merecedores de respeto.