La construcción de bambú más grande de Centroamérica


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El bambú, parte cardinal de la naturaleza y revelación de espíritu de permanencia, ha sido nombrado por su alta resistencia y flexibilidad “acero vegetal”.

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GRECIA AGUILERA

Existen más de 75 géneros y 1500 especies, siendo la mayoría originaria de Asia. El bambú es una planta gramínea que posee forma de caña y su nombre científico es ‘Bambusa arundinacea’.

Una de sus virtudes es su rápido crecimiento: más o menos de unos 40 centímetros diarios, especialmente en la época de lluvia. Esta maravillosa planta tiene un alto contenido en fibra y Silicio, por lo que satisface y remineraliza el organismo, favoreciendo la salud de los huesos y cartílagos. Sus brotes son un delicioso alimento. Por otro lado, su dureza y solidez hacen que sea posible utilizarlo en la construcción de viviendas, puentes y fabricación de muebles. También como carbón vegetal, en fibras textiles y en la elaboración de papel, entre muchos otros útiles productos.

Aquí en Guatemala en la Aldea Cuyuta, Masagua, Escuintla, se encuentra ubicado el “Centro Educativo del Bambú”, plantación e instalaciones que son un aporte del Gobierno de la República de China (Taiwán), realizadas a voluntad del Embajador Adolfo Sun,  al Gobierno de Guatemala. Este proyecto se gestó en los años ochenta y a partir del año 2003 comenzó con el “Proyecto de Desarrollo de Cultivo y la Utilización del Bambú”, fomentando así el desarrollo integral de la industria del bambú, la reproducción y su utilización efectiva en construcciones y productos artesanales y alimenticios.

Dentro de las especies de bambú que se cultivan en este gran centro educativo mencionaré las siguientes: ‘Bambusa dolichoclada que se utiliza para tejidos, artesanías y muebles; Bambusa oldhamii, cuya fibra es comestible y sirve para elaborar papel; Bambusa nigra, utilizada para artesanías y jardinería; Guadua angustifolia, cuyo material es de muy buena calidad y de amplio uso en la construcción de viviendas, muebles y artesanías, fabricación de tejidos y papel. Su brote es comestible y muy delicioso y se puede consumir fresco, seco o enlatado.

El Centro Educativo del Bambú también tiene como objetivo dar capacitación a través de programas especializados, para el aprendizaje del cultivo y aplicación del bambú que fomenten la construcción de invernaderos, escuelas y viviendas de bambú de bajo costo, en cooperación con entidades gubernamentales. También realiza seminarios internacionales para la promoción e intercambio de metodologías y tecnologías.

El 7 de junio de  este año se llevó a cabo en el Centro Educativo del Bambú la “Clausura de capacitación de muebles, exhibición de resultados y presentación de la construcción de bambú más grande de Centroamérica” con el apoyo del Gobierno de la República de China (Taiwán) en Guatemala.

En esta ocasión durante 3 meses fueron capacitados 20 alumnos provenientes de Nicaragua, quienes adquirieron nuevas técnicas sobre construcción, cultivo, transformación y manufactura de artesanías y muebles de bambú con el objetivo de difundir estos conocimientos y compartirlos en su país, para fomentar un desarrollo integral de la industria del bambú en Nicaragua. Dentro del acto de clausura se inauguró el “Salón de Convenciones del Centro Educativo del Bambú”, hermoso recinto que en la actualidad es el más grande de Centroamérica. El diseño de este ingenioso “rancho” circular estuvo a cargo del ingeniero Shyh-Shiun Lin, Gerente del Programa de Industria de Bambú para Latinoamérica y El Caribe.

La presentación y explicación del proceso de construcción del rancho y su resultado final fue realizada por el ingeniero David Valdez Cancinos, “Investigador Asociado del Proyecto de Bambú del ICTA”. Pienso que por la forma cíclica del techado, el diseño del ‘rancho-salón’ está inspirado en una tradicional ‘sombrilla’ china. Este nuevo gran salón de convenciones es amplio y abierto, su construcción proporciona seguridad y resguardo ante las inclemencias del tiempo.

Sintiendo el húmedo y caluroso clima de Escuintla, recordé los versos de Wang Wei, poeta de China que sobresalió durante la Dinastía Tang: “Sentado solo/ en el bosque de bambú/ toco el laúd/ canto largo tiempo. / Al bosque profundo/ el ser humano/ no lo conoce/ surge el brillo de la luna/ se aproxima su claridad.”

Y el poema de Meng Hao-Ren “Mañana de Primavera” que escribió meditando a la sombra de los cañaverales: “Durmiendo en primavera/ no se advierte la aurora./ En el lugar dulce/ se escuchan cantos de pájaros./ Llega la noche/ hay sonidos de viento y lluvia./ Cayeron flores/ quién sabe cuántas.”

En los pensamientos filosóficos de Confucio se exalta al bambú como parte del conjunto de la armonía universal y el proveedor de alivio a todas las necesidades de los seres humanos, reflexiones que confirma el político hindú, Atal Bihari Vajpayee: “La planta del bambú es el oro verde de los humanos: una persona puede sentarse en una casa de bambú bajo un techo de bambú, sentado en una silla y mesa fabricadas del mismo bambú, con un sombrero de bambú en la cabeza y calzando sandalias de bambú.

Al mismo tiempo puede sostener con una mano un plato de bambú, en la otra bastoncitos de bambú que le servirán para comer retoños de bambú. Después de haber consumido su almuerzo, cocinado sobre un fuego alimentado por la combustión del bambú, la mesa podría limpiarse con un paño de fibras de bambú, mientras se refresca con un abanico de bambú, durmiendo la siesta en una cama sobre un colchón y una almohada hechos también de bambú. Podría escribir con una pluma de bambú sobre papel de bambú. Podría atravesar un puente suspendido, construido todo de bambú y beber agua en un vaso de bambú.”