El último transbordador espacial que voló debutará este fin de semana en un museo, y es la belleza del baile de jubilación de ese programa de la NASA.
La exhibición del Atlantis se inaugura al público el sábado en el Centro Espacial Kennedy, siendo la pieza principal de una muestra de 100 millones de dólares dedicada a todo el programa de transbordadores, que duró 30 años.
Por primera vez, el común de los terrícolas tendrá la oportunidad de observar un transbordador espacial en una posición antes contemplada únicamente por unos cuantos selectos astronautas.
Con una inclinación deliberada en un ángulo de 43,21 grados, el Atlantis es colocado en una posición de vuelo simulado con sus puertas del área de carga abiertas completamente y una réplica de brazo robot extendido.
Se agrega una réplica tamaño natural del Telescopio Espacial Hubble e imágenes tomadas por astronautas de la Estación Espacial Internacional sobre la pared del área de exhibición y el impacto es de fuera de este mundo.
Más de 40 astronautas que volaron en el Atlantis tenían planeado participar en la gran inauguración del sábado en el Complejo de Visitantes, un popular sitio de atracción turística ubicado a una hora en automóvil al este de Orlando.
El astronauta jubilado Bob Springer tuvo acceso a la exhibición preliminar la semana pasada y le gustó lo que vio. El condujo el Atlantis a la órbita en 1990, en una de sus 33 misiones de 1985 a2011.
«Es impresionante lo que lograron hacer», comentó Springer.
Otras exhibiciones de museos son estáticas y frías, señaló.
«Ésta es exactamente lo opuesto. Es como ver un animal salvaje en su hábitat natural. Es como estar mirando al Atlantis desde la posición de un astronauta en el espacio», agregó.
Sólo un grupo pequeño de astronautas han visto al Atlantis de esta manera en órbita: quienes han estado realizando una caminata espacial o quienes lo vieron llegar o alejarse desde la estación espacial.
Tiene esa perspectiva: en vuelo orbital.