El ejército norteamericano acusó el lunes a la fuerza Al Quds, una unidad de élite de los Guardianes de la Revolución iraníes, de haber organizado un ataque en enero de 2006 en Irak en el cual murieron cinco de sus soldados y anunció el arresto de un agente del Hezbolá libanés que entrenaba a extremistas iraquíes.
Los activistas capturados por las fuerzas norteamericanas y acusados de haber fomentado un ataque el 20 de enero contra un complejo norteamericano en Kerbala afirmaron que líderes de las fuerzas Quds de Irán habían apoyado dicho ataque, afirmó el general de brigada Kevin Bergner.
Esos individuos dijeron que «importantes dirigentes de las fuerzas Al Quds estaban al tanto y habían dado su respaldo al ataque final que mató a cinco soldados de la coalición», afirmó el general Bergner durante una conferencia de prensa en Bagdad.
El comando norteamericano ya había acusado a Irán de financiar y armar a combatientes sospechosos de cometer asesinatos, pero es la primera vez que sostiene que agentes iraníes probablemente estaban informados de este ataque.
El general Bergner confirmó que uno de los activistas que habían acusado a Irán era el agente del movimiento chiita Hezbolá Alí Musa Daqduq, conocido como Hamid Mohamed Jbur Al Lami.
Este agente, que fue arrestado el 20 de marzo en la ciudad de Basora, en el sur de Irak, entrenaba a extremistas iraquíes en Irak, agregó el general de brigada Kevin Bergner.
Daqduq es una figura importante del Hezbolá y vino a Irak por recomendación de la fuerza Al Quds, la unidad de elite de los Guardianes de la Revolución iraníes, destacó el oficial norteamericano.
Las fuerzas estadounidenses incrementaron sus acusaciones de implicación iraní en la violencia en Irak.
«En 2005, (Daqduq) había recibido la orden de un importante miembro de la dirección del Hezbolá libanés para ir a Irán y trabajar con la fuerza Al Quds que entrena a extremistas iraquíes», insistió el general Bergner.
Según este oficial, la fuerza Al Quds y el movimiento chiita libanés dirigían juntos los campos cerca de Teherán, donde entrenaban a combatientes iraquíes antes de enviarlos a Irak para cometer ataques allí.
Al ser interrogada en Beirut, una fuente del Hezbolá declaró que estaba verificando «por qué los norteamericanos hacen semejantes acusaciones».
Por otra parte, el general Bergner había acusado a Irán de estar también tras los ataques con mortero cada vez más frecuentes en la Zona Verde de Bagdad, un sector fortificado donde se encuentran los principales ministerios iraquíes, así como las embajadas de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Las fuerzas estadounidenses en Irak acusan desde hace varios meses a Irán de suministrar a grupos iraquíes explosivos del tipo EFP –armas modernas capaces de perforar blindajes– que cuestan la vida a numerosos soldados norteamericanos.