Australia pide prohibir caza de ballenas en Japón


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La caza de ballenas realizada anualmente por Japón es una matanza comercial disfrazada de ciencia, alegaron hoy abogados australianos ante el máximo tribunal de Naciones Unidas para pedirle que prohíba la caza de los cetáceos.

LA HAYA Agencia AP

El proceso entablado por Australia ante la Corte Internacional de Justicia, y que es apoyado por Nueva Zelanda, es el más reciente paso en años de intentos por parte de gobiernos y grupos ambientalistas para detener los viajes anuales de la flota ballenera de Japón para cazar rorcuales que Tokio afirma son para investigación científica permitida por la ley internacional.

Australia dice que la afirmación de investigación científica es una fachada para una caza comercial que pone carne de ballena (considerada un manjar en Japón) en las mesas de diversas partes de la nación asiática. La caza comercial de ballenas está prohibida por una moratoria de 1986.

«Japón busca esconder su caza comercial de ballenas en una bata de laboratorio», dijo el representante de Australia en la corte, Bill Campbell, al panel de 16 jueces.

«No matas 935 ballenas cada año para hacer investigación científica. No matas una sola ballena para hacer investigaciones científicas», dijo Campbell a periodistas.

Japón insiste en que la caza es legal de acuerdo con la Convención Internacional para la Regulación de la Caza de Ballenas de 1946.

«La afirmación de Australia es inválida», dijo el viceministro de Relaciones Exteriores de Japón, Koji Tsuruoka, afuera del tribunal. «La caza ballenera de Japón se ha realizado para investigación científica de acuerdo con la ley internacional».

Pero Australia considera que el argumento de la investigación científica es un mero pretexto.

«Ninguna otra nación, antes o después, ha tenido la necesidad de efectuar investigación científica letal a una escala similar a esta», dijo el subprocurador de Justicia australiano Justin Gleeson.

El gobierno de Japón alega que la investigación es necesaria para proveer datos sobre la población de ballenas a fin de que la prohibición internacional a la caza de ballenas pueda reexaminarse y, con suerte, levantarse con base en estudios científicos.

Australia presentará sus alegatos esta semana. Japón lo hará a partir del próximo 2 de julio. Nueva Zelanda hará lo propio el 8 de julio.

La Corte tardará meses en emitir una decisión final y obligatoria sobre la legalidad de la caza.