Marvin Flores, coordinador de Acción Ciudadana, indica que el estudio “Transferencias y subsidios en el Gobierno: un enfoque desde la transparencia y calidad del gasto público”,
mrodriguez@lahora.com.gt
Revela clientelismo, falta de control e inoperancia de las instituciones que reciben pagos por concepto de subsidio por parte del Gobierno de Guatemala, y esto es lo que ellos denuncian.
“Hay un desorden increíble en las finanzas del Estado, porque no hay mayores mecanismos de evaluación, monitoreo, control y seguimiento de las transferencias por subsidios”, explica Flores.
Además, el coordinador de AC manifiesta que existen problemas de duplicidad en algunos casos, originado desde la misma estimación del presupuesto, pues al parecer de Flores hay algunos subsidios que se programan en el presupuesto, pero no tienen financiamiento. “Es lo que ocurría de manera reiterada con Mi Familia Progresa o el subsidio al transporte urbano. Entonces, lo que el estudio refleja a grandes rasgos es esa gran dispersión del subsidios y que no existen mecanismos de control”, opina.
El documento, además, detalla que no existe una metodología homogénea de presupuestar transferencias. Asimismo, señala que la figura del fideicomiso es limitada, pero que usa en efecto, porque las instituciones pueden evitar de esta forma la fiscalización.
Finalmente, se estima que el 61.5% de operaciones de este tipo por parte del Estado son subsidios y el 38.5% son transferencias condicionadas.