Hong Kong mantenía silencio hoy sobre si un excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos debería ser extraditado ahora que se le acusó formalmente de espionaje, pero algunos legisladores dijeron que la decisión debe tomarla el gobierno chino.
Edward Snowden, quien se presume está escondido en Hong Kong, admitió haber proporcionado a la prensa información sobre dos programas secretos de la Agencia Nacional de Seguridad.
Se desconoce si el gobierno estadounidense ha hecho una petición formal de extradición a Hong Kong, y el gobierno hongkonés no ha emitido una reacción inmediata a los cargos contra Snowden.
Cuando se le preguntó al respecto, el comisionado de Policía Andy Tsang dijo a reporteros que el caso sería procesado de conformidad con la ley. Un comunicado de la Policía dijo que era «inapropiado» que la Policía comentara sobre el caso.
Cuando China recuperó el control de Hong Kong en 1997, la antigua colonia británica recibió un alto grado de autonomía, y derechos y libertades no vistos en China continental. No obstante, de acuerdo con la miniconstitución de la ciudad, Pekín puede intervenir en asuntos diplomáticos y de defensa.
El legislador Leung Kwok-hung dijo que Pekín debe instruir a Hong Kong que proteja a Snowden de la extradición antes de que su caso quede empantanado en el sistema judicial. Leung también exhortó al pueblo de Hong Kong a «tomar las calles para proteger a Snowden».
Otro legislador, Cyd Ho, vicepresidenta del Partido Laboral, dijo que China «debe dejar clara su postura al gobierno de Hong Kong» antes de que el caso pase a las cortes.
El paradero de Snowden no es conocido públicamente desde que se registró en un hotel de Hong Kong el 10 de junio. En una entrevista con el diario South China Morning Post dijo que esperaba quedarse en la región autónoma de China porque tenía fe en que «las cortes y el pueblo de Hong Kong decidan mi destino».
Tsang dijo a una televisora local que no podía comentar cuando se le preguntó sobre un reporte de un diario local que decía que Snowden estaba en una «casa de seguridad» de la Policía.