Qué hacer si mamá quiere ser tu amiga en Facebook


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Josh Knoller, un joven profesional en Nueva York, se negaba año tras año a aceptar a su madre como «amiga» en Facebook, hasta que finalmente cedió. Hoy en día hay un acuerdo entre ellos: ella no hará comentarios embarazosos, y él tiene derecho a borrarlos si ella lo hace.

MARTHA MENDOZA Agencia AP

«En realidad que nos peleamos fuerte por esto», dice Knoller, de 29 años. «Amo a mi madre con toda mi alma, pero ella es una de esas viejitas judías, dulces pero maniáticas, y me preocupaba lo que ella colocaría en Facebook, donde todo el mundo lo podría ver». En promedio, una de cada tres madres es «amiga» de su hijo adolescente en Facebook, según cifras de ese sitio de socialización por internet.

Si se considera que hay más de 1.000 millones de usuarios de Facebook, ello significa que hay una gran cantidad de madres que se comunican con sus hijos por los medios cibernéticos sociales, dice Paul Levinson, profesor de comunicaciones de la Universidad de Fordham y autor de «New New Media».

«Facebook ha sido un gran impulso para las relaciones familiares», expresó Levinson. Kelly McBride, profesora de comunicaciones en la Universidad de LaSalle en Filadelfia, ha llegado a la conclusión de que los alumnos suyos que se hacen «amigos» de sus madres en Facebook dejan sus páginas relativamente inocentes, y usan otros sitios web como Instagram o Twitter para contenidos más riesgosos.

«Si bien están dispuestos a conectarse con sus madres en Facebook, al hacerlo retiran toda imagen de estar bebiendo o parrandeando o posando de manera provocadora», dice McBride.

Añade que a ella le encantaría que su propia madre, de 77 años de edad, se sume a Facebook. «Varias veces le he ofrecido armarle la página de Facebook para poder conectarme con ella, pero ella se niega», comenta.

Susan Newman, una experta en asuntos familiares, recomienda que las madres se conecten con sus hijos en Facebook sólo cuando ellos lleguen a ser adultos independientes.

«Hacerse amigo de tu hijo o tu hija en Facebook, es para mí como leer el diario de tu hijo adolescente», dice Newman. «El adolescente está tratando de forjar su propia identidad, y encima de todas las presiones que ya ejercen los padres, la relación en Facebook podría empeorarlo más».

Pero Stephen Balkam, director ejecutivo del Family Online Safety Institute (Instituto para la Integridad Familiar en Internet), dice que fue el primer «amigo» de su hija en Facebook y que ello fue condición obligatoria para darle a ella permiso de tener una página de Facebook al cumplir los 13 años, la edad mínima requerida por el sitio web.

«Le prometí a ella que no estaré vigilándola todo el tiempo, pero sí debo echarle un ojo de vez en cuando», expresó Balkam.

Aunque los jóvenes de 13 años de edad son los más afines a conectarse con sus padres en Facebook, pues el 65% de esas conexiones son iniciadas por el hijo, las personas de entre 20 y 30 años son los menos inclinados a ello, pues sólo el 40% lo hace, según Facebook.

Rochelle Knoller, de Fair Lawn, Nueva Jersey, cuyo hijo adulto Josh aceptó a regañadientes conectarse con ella en Facebook, dice que al principio la relación fue tensa.

«Tan pronto yo escribía algo en su página de Facebook, él me llamaba por teléfono y me reclamaba», dice Knoller.

Añade que revisa la página de su hijo unas tres veces a la semana, y que incluso amigos de él le han pedido conectarse. Ella los acepta sólo después de que él lo haya aprobado.

«Hoy la situación es que se me permite ver su página de Facebook y ver lo que está ocurriendo con su vida y puedo decir que algo me gusta, pero más nada», dice Knoller.