El Mercosur, asediado por las dificultades de la integración, trata de dar respuesta a los acuciantes reclamos de sociedades cada vez más decepcionadas por los escasos avances del bloque y por la desigualdad entre sus miembros.

La necesidad de un tratamiento diferenciado en el comercio intrarregional para los socios menores, Paraguay y Uruguay, admitida por los más poderosos, Argentina y Brasil, se situó el jueves en el centro del debate en la reunión en Asunción del Consejo de ministros del Mercosur, previa a la cumbre de presidentes de hoy.

Los ministros avanzaron en la implementación del Fondo de Convergencias Estructurales del Mercosur (Focem), en la flexibilización de las normas de origen para los productos de los socios menores y en la creación de un fondo para las pequeñas y medianas empresas.

Además, decidieron elaborar un Plan Estratégico para la eliminación de las asimetrí­as, que comenzará a aplicarse en junio de 2008, anunció el canciller paraguayo, Rubén Ramí­rez Lezcano.

El plan tiene cuatro componentes principales: acciones para el desarrollo e integración de economí­as sin litoral marí­timo, mecanismos de apoyo a la competitividad de los socios menores, condiciones especiales de acceso a mercados intra y extrazona, y programas sociales, explicó Ramí­rez.

Se aprobaron nuevos proyectos del Focem, con un total de seis para Paraguay, cinco para Uruguay, dos de la secretarí­a permanente del bloque y otro para un Plan de Lucha contra la Aftosa en el Mercosur, comprometiendo en total 90 millones de dólares.

«El año próximo va a haber un fondo de 125 millones de dólares», sumando los proyectos ya en ejecución, dijo a la AFP el secretario de la Comisión Permanente del Mercosur, Carlos «Chacho» Alvarez.

La comisión permanente del Mercosur presentó la idea de un «Focem productivo, destinado al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y de la complementación económica, pero falta discutir el monto que se destinarí­a», prosiguió Alvarez.

Se aprobó además la formación de un grupo de alto nivel que discuta el tema de los subsidios de cada paí­s y cómo se puede disciplinar colectivamente esas subvenciones estatales, agregó Alvarez. Otro grupo que trabajará en torno a una estrategia de inversiones, competencia, exportaciones y competitividad.

El ministro de Industria y Comercio de Paraguay, José Marí­a Ibáñez, afirmó por su parte que en la reunión «se resolvió una flexibilización de las normas de origen» que beneficiará a los socios menores.

De esta manera, Paraguay podrá comercializar dentro del bloque, con beneficios arancelarios, productos que contengan hasta 60% de insumos procedentes de fuera del Mercosur.

Por otra parte, la ausencia del presidente venezolano Hugo Chávez en la Cumbre fue lamentada el jueves por el canciller brasileño, Celso Amorim. La «deserción» del mandatario, quien alegó una agenda coincidente con su actual viaje a Rusia, se produce en paralelo a controversias que están dificultando la completa adhesión de Venezuela al Mercosur.

«El presidente Lula y yo hubiéramos deseado que el presidente Chávez estuviese en Asunción, pero las naciones son soberanas y dan las señales polí­ticas que quieren dar. Claro que la ausencia del lí­der le quita un poco el peso de su paí­s en la reunión», dijo Amorim, en una entrevista publicada este jueves por el diario O Globo.

Amorim dijo además que esperaba «un gesto» de Chávez para desactivar la crisis que se desencadenó cuando el mandatario venezolano trató el mes pasado a los senadores brasileños de «loros que repiten lo que dice Washington», por haberle pedido que revise su decisión de no renovar la concesión de la televisión opositora RCTV, de lí­nea opositora.

Chávez «no tiene nada de qué disculparse» ante los senadores brasileños, que condicionaron la aprobación del ingreso de Venezuela al Mercosur a un pedido de disculpas, fue la respuesta dada este jueves en Asunción por el vicecanciller venezolano, Rodolfo Sanz.