Las tropas del gobierno sirio y los insurgentes protagonizaron hoy las batallas más encarnizadas que ha visto la ciudad norteña de Alepo en meses, informaron activistas, un día después que funcionarios estadounidenses dijeron que Washington autorizó el envío de armas a los combatientes de oposición por primera vez.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que los choques, a los que describió como «los más violentos en meses», se concentraron en el vecindario oriental de Sajur, que está bajo control rebelde.
Agregó que las tropas del gobierno atacaron el distrito desde dos flancos, pero que no lograron avanzar y sufrieron bajas.
Alepo, la capital comercial de Siria antes de la guerra civil, está cerca de la frontera con Turquía.
El Centro de Prensa de Alepo, un grupo de oposición, dijo que las fuerzas oficialistas atacaron Sajur con tanques y cohetes antes de que los efectivos avanzaran a pie. Los combates duraron unas cuatro horas, y luego aviones de combate atacaron posiciones rebeldes en la localidad.
Los intensos combates coincidieron con la decisión del presidente Barack Obama de autorizar el envío de armas a los rebeldes sirios, lo que profundiza la implicación de Estados Unidos en la guerra civil siria.
Funcionarios estadounidenses dijeron que el gobierno podría proveer a los rebeldes armas de mano, municiones, fusiles de asalto y equipo antitanques, como granadas propulsadas y otros proyectiles.
No obstante, no se han tomado decisiones sobre el tipo de armamento ni sobre cuándo se entregaría, de acuerdo con los funcionarios, quienes insistieron en mantener el anonimato para poder hablar sobre discusiones internas del gobierno con reporteros.
Estados Unidos también anunció ayer que tenía evidencia definitiva de que el régimen del presidente Bashar Assad ha usado armamento químico, incluido el gas nervioso sarín, a pequeña escala contra fuerzas de oposición. La Casa Blanca dijo que múltiples ataques químicos perpetrados el último año mataron a 150 personas.
Obama ha dicho que el uso de armas químicas equivaldría a cruzar una «línea roja» que acarrearía una mayor participación de Estados Unidos en la crisis.
En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo hoy que «la comunidad internacional ha dejado claro que el uso de armas químicas es totalmente inaceptable y una clara transgresión de las leyes internacionales».
El ataque contra Sajur se dio una semana después de que las fuerzas del gobierno sirio, respaldadas por combatientes del grupo extremista Jezbolá, tomaron el poblado de Qusair, cerca de la frontera con el Líbano.
Luego de esa victoria, el ejército sirio trata de expulsar a los insurgentes de sus bastiones en las provincias céntricas de Homs y Alepo.
El conflicto comenzó con protestas mayormente pacíficas contra el régimen de Assad en marzo de 2011, pero ha derivado en una guerra civil. Alrededor de 93.000 personas han muerto en la guerra, de acuerdo con Naciones Unidas.