Lo que logran conseguir es sólo unas pocas horas de sueño. Phil Mickelson llegó al Merion Golf Club aproximadamente cuatro horas antes de las 7:11 de la mañana, la hora en que debía arrancar su ronda,
Y aun así logró terminar con 67 golpes, tres abajo del par de campo, para tomar el jueves el liderato del Abierto de Estados Unidos en la primera jornada.
«Pude haber utilizado un poco de impulso de cafeína en los hoyos de vuelta para mantenerme preciso», dijo Mickelson. «Pero eso fue en nuestro hoyo nueve o algo así; simplemente quería asegurar que tenía suficiente energía».
Mickelson voló por la noche desde San Diego después de asistir a la graduación de octavo grado de su hija mayor, donde ella fue una de las oradoras.
Viajó aproximadamente 3.862 kilómetros por aire (2.400 millas) y 6.398 metros (7.000 yardas) en tierra. Tomó una siesta corta en su jet privado desde San Diego y otra durante la suspensión por lluvia cuando encontró un rincón aislado en la biblioteca de la casa club Merion.
Al principio le faltó un poco de precisión. Pero después de que falló un putt para birdie desde 2,4 metros (ocho pies) en su primer hoyo y de que su aproximación al segundo se quedó en el rough, Mickelson se recompuso, ayudado por su siesta durante la suspensión por lluvia.
Fue su marcador más bajo en una primera ronda desde 1999 de un campeonato que nunca ha ganado, a pesar de que sigue quedando cerca de obtenerlo: ha ocupado el segundo lugar en cinco ocasiones, lo cual es un récord.
«Si soy capaz —y creo que lo seré_, si soy capaz de ganar finalmente un U.S. Open, yo diría que es grandioso. … Pero si nunca logro esa victoria, entonces sería un poco desconsolador», dijo Mickelson.
Para cuando embocó un par con el que completó su ronda, el sol había reemplazado a las nubes, y los putters habían sustituido a los paraguas. Las tormentas ocasionaron una suspensión de tres horas y media, menos de dos horas después de que comenzaron las acciones.
La lluvia regresó cuando el grupo de Tiger Woods, Adam Scott y Rory McIlroy estaba en los primeros nueve hoyos, y el juego fue detenido nuevamente a las 6:11 p.m. Más tarde se reanudó.
Woods estaba un golpe arriba en ese momento, y sacudía su brazo izquierdo mientras observaba su muñeca luego de realizar un golpe desde el rough del hoyo cinco. Ya tenía tres bogeys en cinco hoyos antes de comenzar a recuperar terreno con un putt de 15 metros (50 pies) para birdie en el hoyo seis de par cuatro.
Al parecer se lastimó la mano izquierda después de tratar de sacar la bola del rough profundo en el hoyo uno
Woods, sin embargo, no pudo aprovechar los hoyos a la mitad de la ronda, y estuvo sacudiendo la mano después de realizar golpes en el rough del hoyo 10 y dos veces en el hoyo 11. Estaba dos golpes sobre par en su ronda y un putt de 1,2 metros para par en el hoyo 11 cuando se suspendió el juego por el día.
«Tengo muchos hoyos para jugar mañana», dijo Woods. «Y, ojalá, pueda jugar un poco mejor de lo que lo hice hoy».
Mientras tanto, Mickelson y el belga Nicolas Colsaerts (69) eran los únicos jugadores bajo par en la casa club. En par de campo terminaron Charl Schwartzel, Tim Clark, Jerry Kelly, Rickie Fowler, y Jason Day.
Merion fue tan desafiante como se anunció, a pesar de la acometida de tormentas que suavizó el campo durante la semana pasada. Los inclinados greens y rough espeso hicieron que fuera más importante la precisión que el poder.
Ian Poulter tuvo un muy buen inicio, con sólo un par espaciado entre cuatro birdies y tres bogeys luego de nueve hoyos para terminar con tarjeta de 71.
Sergio García registró un birdie en el hoyo 13 par tres de 102 yardas, pero esa fue una anormalidad en un inicio terrible para el español, quien ha estado tratando de reparar un agravio a Woods. García tuvo un cuádruple bogey, un doble bogey y un bogey en sus cinco primeros hoyos, pero posteriormente hizo birdie-eagle en los primeros nueve para finalizar con 73 golpes.
Debido a dos suspensiones por lluvia, la primera ronda se terminará el viernes por la mañana. Mickelson no tendrá que jugar en otras 24 horas.