Los médicos están haciendo todo lo que pueden por mejorar la salud del expresidente sudafricano Nelson Mandela mientras el icono de 94 años pasó su cuarto día hospitalizado debido a una recurrente infección pulmonar, informó el martes el presidente de Sudáfrica mientras dos de las hijas de Mandela visitaban a su padre.
En una posible señal de la gravedad del estado de salud de Mandela, su hija Zenani Mandela, embajadora de Sudáfrica en Argentina, llegó al hospital para visitar a su padre. También recibió la visita de su exesposa, Winnie Madikizela-Mandela.
Los médicos que atienden a Mandela comentaron el estado de salud del expresidente al actual mandatario Jacob Zuma anoche, informó la Presidencia de Sudáfrica a través de un comunicado. Mandela sigue en estado grave pero estable, reportó.
Un grupo de escolares congregados frente a la residencia del dirigente en un suburbio de Johannesburgo le cantó, con la esperanza de que mejore su salud.
Mandela, líder del movimiento contra la supremacía blanca en Sudáfrica, pasó 27 años en prisión y fue excarcelado finalmente en 1990. Encabezó las gestiones de pacificación durante la tensa transición que acabó con la segregación racial y en 1994 fue elegido como primer presidente negro de Sudáfrica.
Su ingreso a un hospital en Pretoria, la capital, representa la cuarta que el líder en la lucha contra la segregación racial ha sido hospitalizado desde diciembre debido a una dolencia pulmonar. Fue dado de alta por última vez el 6 de abril tras pronosticar los médicos que sufría de neumonía y se extrajeran fluido de la zona pulmonar.
En el Museo de la Segregación Racial de Johannesburgo, los visitantes vieron el martes una exhibición dedicada a la vida de Mandela en medio de una creencia generalizada de que su estado podría ser más grave que lo anunciado en un principio.
«Todos estos ingresos al hospital nos han estado preparando para esto, que este podría ser el fin, y eso es suficiente para ver que esto es muy grave», dijo el padre Victor Phalana, de la Catedral del Sagrado Corazón en Pretoria, que visitaba el museo acompañado por dos sacerdotes católicos de Uganda.