Fíjese que no se va a poder


Editorial_LH

Nuestro sistema de justicia tiene serias dificultades que se traducen en afianzamiento del régimen de impunidad que impide la aplicación de la ley penal a los delincuentes y uno de los gestos más importantes en un esfuerzo serio para romper ese molde de privilegios legales producto de la cooptación de los tribunales y las cortes ha sido la iniciativa de la Corte Suprema de Justicia para modificar la Ley de la Carrera Judicial con el fin de proporcionar a la autoridad superior los instrumentos para aplicar sanciones que puedan ayudar a la depuración. No se trata de ponerle el dedo a ningún juez ni de hacer una lista de los que puedan verse como instrumentos de la impunidad, sino de una iniciativa legal para que mediante procedimientos laborales y administrativos se puedan aplicar correctivos ante las faltas que comprometen la buena marcha de nuestra justicia.


El proyecto fue elaborado a instancias de la Corte Suprema de Justicia y ha sido objeto de una amplia discusión con sectores que tienen que ver con la administración de justicia, recibiendo opiniones positivas de prácticamente todos los que lo han conocido. Y ayer el Presidente del Organismo Judicial, licenciado Gabriel Medrano, completó su parte al entregar la iniciativa a su colega, el Presidente del Organismo Legislativo, explicando la enorme importancia que tiene ese proyecto de ley para avanzar en uno de los puntos cruciales de la crisis en el Estado de Derecho.
 
 Sin embargo, el señor Pedro Muadi, con todo realismo político, tuvo que conformarse con recibir la iniciativa y decir que no se va a poder, al menos de momento, proceder a su aprobación por el estancamiento en que se encuentra el Congreso de la República que en este año no ha cumplido con su deber de legislar y no parece que vaya a avanzar con diligencia en el futuro cercano.
 
 De hecho, aunque el Congreso ahora decidiera derrumbar la presa que ha contenido el caudal legislativo, hay ya una enorme cantidad de leyes y decretos haciendo fila que seguramente se llegará al final del período en medio de ese gravísimo retardo.
 
 El tema de la justicia y de las formas de retardo malicioso que pueden darse, así como procedimientos que se apartan de las formas establecidas y que reclaman sanciones laborales y administrativas, está ahora en boca de todos porque los acontecimientos obligaron al ciudadano a darse cuenta cómo se mal administra la justicia. Pero ni por eso, o acaso por eso, habrá reforma a la Ley de la Carrera Judicial porque ya don Pedro advirtió que no hay que hacerse ilusiones.

Minutero:
 La idea de mejorar
 la Carrera Judicial
 cayó en el gran pantanal
 y de plano no la van a aprobar