En dos entregas anteriores he podido informar sobre las multimillonarias multas que República Dominicana, Chile y Argentina han impuesto a la compañía Barrick Gold Corporation con sede en Canadá. Se recuerda al lector que informamos que: “República Dominicana y la minera canadiense Barrick Gold anunciaron hoy que renegociaron el contrato de explotación de oro y plata que ejecuta la empresa en el país, que estipula ingresos extras de US$1.500 millones a los US$10.000 millones que recibiría la nación en el convenio anterior.”
Los recursos naturales de cualquier república pertenecen a esa república. Los gobernantes en los países fueron electos precisamente para eso, para gobernar y los votantes no les cedieron su soberanía para que despilfarren los recursos del Estado, para regalarlos o para hacer negocios personales. Cuando los gobernantes hacen eso están defraudando a quienes los eligieron y, éstos a su vez, tienen todo el derecho de retirarles el mandato, porque éstos están delinquiendo en contra de la soberanía del Estado y de su población.
Desgraciadamente la población guatemalteca les tiene miedo a sus gobernantes, pero es de la propia población la obligación de velar porque el Gobierno y la administración de sus bienes sean objetivos, honrados y transparentes. La población guatemalteca tiene alguna razón de tener miedo, dado que a través de las generaciones, ante las protestas poblacionales, los gobiernos utilizan a las fuerzas de seguridad para arremeter contra la población de una manera abusiva e impune. Las fuerzas de seguridad han sido entrenadas física e ideológicamente para eso: Para reprimir y diezmar a la población.
Pero la situación, en Guatemala, ha llegado a niveles inaceptables de saqueo descarado de los recursos naturales de todos los guatemaltecos incluyendo el oro, la plata y otros metales valiosos; violencia; corrupción estatal y privada; excesivos aumentos periódicos a los impuestos; narcotráfico; crimen organizado; pandillas; asaltos en los lugares más insospechados, etc.; mientras los gobernantes, ante los medios de comunicación, repiten, cual cacatúas, embustes y falacias sobre más seguridad, más trabajo, salud y alimentación básica para los más necesitados, etc. ¡Bah!
El pueblo de Guatemala pareciera estar anestesiado en su dignidad. A muchos los tienen cegados con el fútbol, la cerveza y la pornografía solapada a través de los medios radiofónicos, escritos y televisados, al grado que muchísimos ciudadanos no aparentan tener otro interés. El pueblo de Guatemala parece haber perdido todo interés en la dignidad de su realidad ciudadana y acepta los vejámenes que el Gobierno quiera realizar con él.
Todo esto parece venir de una macro planificación a través del tiempo, con la finalidad de darle fluidez a la conspiración para, en todo su contexto, entre nacionales y extranjeros, saquear al país y quedarse con grandes territorios adicionalmente. Vea el lector el caso de Álvaro Arzú Irigoyen, como elemental muestra de lo que hay en el fondo. Parte de eso es tratar de tú a las personas en los anuncios, iniciado por los Gutiérrez y Pollo Campero.
Si los guatemaltecos no “paran las orejas” e intentan recuperar su dignidad y las propiedades de la nación, incluyendo los recursos naturales, como lo hacen en la actualidad La República Dominicana, Chile, Argentina y otros pueblos del mundo, no podrán quejarse ni conmiserarse en el futuro. Como dice el dicho, “Llorar como cobardes lo que no pudieron defender hoy con valentía”.
Dios hizo al humano a su imagen y semejanza. ¿Será que los guatemaltecos no comprenden eso? La valentía es parte de esa afirmación y valentía no es hacer cosas estúpidas. Valentía es tener el valor de afrontar los problemas con inteligencia, dentro de los marcos legales, como por ejemplo, pedir explicación a los gobernantes de las ilegalidades y abusos que cometen o pedirles la renuncia.