LAS TRADICIONES E HISTORIAS POPULARES DE ESCUINTLA


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Escuintla es una de las regiones más feraces y ricas de Guatemala e incluso de Mesoamérica. Ubicada entre la cadena volcánica que corre por la costa sur guatemalteca y el océano Pacífico, esto permite que los abanicos pluviales de tierra volcánica, conviertan a esta región en una de las de mayor productividad para la agroindustria.

Celso A. Lara Figueroa

LITERATURA ORAL
Desde la época prehispánica este territorio era considerado poseedor de las tierras de mayor abundancia. Sirvió además, como callejón de paso para los habitantes del altiplano central mexicano que emigraron al sur de Mesoamérica a finales del siglo XIII. En particular el pueblo Pipil que constituyó parte de su población originaria. No obstante su elevada población indígena prehispánica y estar ligado indisolublemente a la Conquista de Guatemala. La población de Escuintla por su proceso histórico se encuentra altamente mestizada a excepción del municipio de Palín (Pokomam) y de Santa lucía Cotzumalguapa con alguna presencia de la etnia K’aqchikel.

El proceso histórico y su desarrollo socioeconómico, han hecho de Escuintla un manto propicio para el surgimiento y permanencia de tradiciones orales de tipo occidental muy antiguas, pero que también conservan el sustrato de la ancestral población prehispánica en la mayoría de los municipios del departamento.

No obstante los legados tradicionales orales se encuentran altamente resemantizadas e hibridizados por lo que es imposible disertar las herencias históricas.  Más aún, en nuestros días esta tradición se ve afectada por el alto desarrollo socioeconómico del departamento, convertido casi en una extensión de la Ciudad de Guatemala. Las tradiciones orales escuintlecas, como en toda Guatemala, surgen durante actividades muy particulares: se recrean en velorios, acabos de novenas y sirve también como recurso nemotécnico de diversión en los cañaverales, los ingenios de caña así como en los cafetales y beneficios de café los cuentos y leyendas que se narran en esas ocasiones, tienen como “función romper el tedio” de los días calurosos y la monotonía de los oficios campestres, así como en las labores de ganadería, como en Guanagazapa, en donde los vaqueros y peones se reúnen en los corredores de las casas a “contar cosas y cuentos”, o como sucede en la Gomera y Nueva Concepción que se sientan a la vera de la carretera, bajo los frondosos árboles, a narrar y escuchar historias y tradiciones orales.

LOS PALABREROS

En la región existen dos tipos de narradores de historias. Ninguno de ellos recibe un nombre particular, pero en la mayoría de municipios de Escuintla se les reconoce como cuenteros, o palabreros.  Estos tipos de cuenteros son: por un lado, los ancianos, que saben toda la sabiduría de su pueblo y tienen una gran habilidad para narrar historias: son llamados a los velorios y acabos de novena- para entretener a la gente, contar cuentos y chistes para, que el muerto no se vaya triste de la tierra- como se afirma en Masagua; y por otro lado, las personas de edad madura que saben tradiciones orales y las repiten cotidianamente.

Dos  cuenteros de extraordinaria versatilidad de Escuintla son don Oswaldo Alfaro, guardián de la cofradía de las ánimas de la ciudad de Escuintla y don Antonio Ramírez (Tío Chío o Don Conejo) del Barrio de San Pedro, también de la ciudad de Escuintla del que se dice que rara vez falta a un velorio o acabo de novena en todo el departamento de Escuintla.  En los municipios de herencia maya, los contadores de historias reciben el nombre de Ajitz. Se conservan muchas formas literarias antiguas tanto medievales como renacentistas y que de tanto repetirse han vuelto guatemaltecas.

Entre las formas literarias de mayor vigencia, se encuentran tanto literatura oral en prosa como leyendas, mitos, casos y cuentos populares de todo tipo; en literatura oral en verso abundan coplas, corridos, décimas y ancestrales romances y romancillos muchas veces con ecos de literatura morisca y árabe medieval.
Por ser Escuintla, una región de advocación franciscana el culto a la Virgen de Concepción está muy arraigado, por lo que el teatro popular guatemalteco, las loas se representan al paso de los rezados como una dramaturga popular durante el mes de diciembre. Sin embargo estas auténticas compañías de teatro tradicional no son oriundas de Escuintla, sino provienen de Ciudad Vieja, en el Departamento de Sacatepéquez.

ENCANTO DEL GUARDACAMINO

Esta región costeña es una de las áreas guatemaltecas en donde los cuentos populares de todo tipo perviven con extraordinaria proliferación. Así entre los cuentos maravillosos en Masagua se narra el encanto del guardacamino que narra  que en el pueblo había un hombre que estaba muy enamorado de una muchacha que no le hacía caso. Una noche del día de San Juan salió a los cañaverales cercanos a la población se sentó se quitó el pañuelo de la cabeza y lo puso frente a él; entonces apareció un pajarito que cantaba muy triste y que se llama guardacamino y que grita “tan triste como ánima en pena” como dicen en la Democracia y San Vicente Pacaya.  Entonces el pajarito cantando y llorando caminó sobre el pañuelo y empezó “a lanzar un baile raro”.  El hombre se asustó pero agarró el pañuelo y a partir de ese momento las mujeres lo perseguían, “le caían como moscas”,   el siempre llevaba el pañuelo amarrado al cuello o en el mango de machete y las mujeres lo buscaban siempre.

PITÍO

Por su parte en el municipio de San José está muy arraigado el cuento del Pitío o como le llaman en la Gomera. “de la Flor del Aguilar”. Que trata de un rey que se enfermó y mandó a sus hijos en busca de una flor maravillosa la Flor del Aguilar que lo curaría. Los tres hijos salieron a buscarla, pero fracasaron a excepción del más pequeño que fue muerto por sus hermanos y enterrado en un cañaveral en Escuintla. El rey se recuperó pero un “pitío” o flauta de caña le advirtió al soberano que sus hijos mayores habían asesinado al más pequeño.

Entonces se llenó de congoja, castigo a los hijos mayores y  Dios le permitió que su hijo menor resucitara y gobernara al pueblo de Masagua con toda justicia.  Cuantos de esta naturaleza aparecen en Iztapa Guanagazapa y Nueva Concepción.

Abundan en grado sumo los cuentos de animales como Tío Conejo V tío Coyote y de otros animales como la taltuza, tacuacines, caballos y toros  “maravillosos revestidos de oro que cuidan el encanto de los cerros y las tomas de agua”.  En Escuintla viven con profesión los cuentos de bandidos maravillosos como Pedro Urdemales como se le llama en Escuintla. Pedro Ardimales en Tiquisate. Pedro Tecomate en Palín y Pedro el malo en Guanagazapa los cuentos religiosos son muy apreciados en Escuintla.

SANTOS POPULARES

De tal manera que los santos populares viven y conviven con la población: en Santa Lucía Cotzumalguapa  San Antonio es un cura del barrio central que encuentra las cosas perdidas y ayuda a las “niñas” a conseguir novio. En San Vicente Pacaya San Francisco se pasea a caballo bendiciendo a “las bestias del campo”.  En Iztapa, San Isidro es un pescador que se hace a la mar todos los días para ir a recoger diariamente los peces y a la lluvia en invierno. En las costas de Nueva Concepción, San Juan es un ganadero que se aparece con sus caballos y toros que tiene en potreros encantados donde crece zacate que nunca se acaba. En cada esquina del potrero se levanta un amate y una yerbabuena que solo florecen la noche del día de San Juan. 

En la Gomera, Santa Ana es una comadrona que vive en el centro del pueblo y que ayuda a las señoras “que se van a componer pero que les cuesta mucho”. Ella se aparece para que alumbren sin dolor como lo hizo ella “cuando se compuso la Virgen María”. Se dice que en las grutas de San Pedro Mártir, San Pedro viene a bañarse a sus aguas termales. En Palín a su vez aseguran que como San Pedro ha caminado mucho desde siempre “viene a descansar sus pies” en estas aguas milagrosas.
En Escuintla los  “cuenteros por su parte aseguran que quien se aparece en las grutas es el Judío Errante.   Muchos moradores de la Gomera afirman que lo han visto en lo más profundo de las cuevas.

LEYENDAS ANIMÍSTICAS

En cuanto a las leyendas abundan las animísticas; en particular, es famoso el Sombrerón, pero aún más el Cadejo que es muy conocido en Escuintla, la Gomera y Masagua. Narran que este es un perro negro y lanudo que cuida a los borrachos en los potreros, los cañaverales, los patios de café y cerca de las vías férreas. En Tiquisate se cuenta que el Cadejo no permite que se queden tirados en la línea de tren, así que los arrastra para que no les pase el tren encima.

La Siguanaba es un personaje de extraordinaria vigencia en todo el departamento como Iztapa y San José. En Escuintla por su propio desarrollo económico los aparecidos y ánimas en pena se han adaptado a las nuevas condiciones. Así en la Democracia se asegura que la Siguanaba “es una mujer con cara de caballo que se le sube a uno en la moto cuando va para la costa y lo saca del camino”, o en Siquinalá, en donde los conductores de furgones se quejan que una mujer vestida blanco se les sube en las rectas y los hace meterse entre las cañas. También cuentan que en los carretones que transportan la caña, aparecen los tzipitíos que se chupan el jugo de las cañas cortadas y éstas se “shuquean” por eso en Tiquisate todos los carretones llevan trapos rojos para ahuyentarlos.

En Escuintla se dice que las golondrinas que todas las tardes inundan los árboles de los parques y los alambres del tendido eléctrico, no son más que las almas de los abuelos que vienen de visita para ver cómo se están portando sus gentes. Por eso es que hay tantas golondrinas en las palmeras de la ciudad.

LITERATURA MAYENSE

En cuanto a la literatura oral de origen mayense, que se narra en dos municipios de Escuintla, se puede señalar lo siguiente: en Palín los contadores de historias o Ajitz llaman chim il sa` o excremento de estrellas, a unas estrellitas que antes cuando no existía la maldad bajaban a la tierra y al chocar se convertían en monedas de plata: pero al aparecer el mal dejaron de volverse “bambas de plata” y se convirtieron en “gusanos”.  Se cuenta también que a las cuatro de la mañana se aparecen cuatro estrellas (Cruz Chimil) que son las que guían a los cortadores de caña que bajan de Palín a los ingenios de Escuintla a trabajar los inmensos cañaverales. Aquí se narra también la leyenda del Tronchador que es un hombre malo que aparece en las veredas y caminos de la región y que mata a las personas de susto por lo diabólico de su aspecto exterior.

En Palín existe un paso que se conoce como el Puente del Diablo. Dice la gente que en ese lugar pasaban cosas muy extrañas. Como ahí cerca se guardaban las máquinas de Caminos éstas siempre se encontraban en buen estado, pero muchas mañanas, los tractores aparecían con los dientes doblados y las palas mecánicas cortadas a la mitad. En el pueblo se aseguraba que era el diablo el que llegaba por las noches a jugar con las máquinas y se escondía bajo el puente a reírse de los peones y capataces que  asustaban mucho.

CERROS ENCANTADOS

En este municipio aún existen leyendas de cerros encantados como el Pan Tereekb’al o cerro Candelaria, el Saq Kyej (o cerro caballo blanco), Pan K’iche pak o Pantlaguate pequeña montaña donde habita el Señor del Cerro. Pero el más famoso es el Peñón de Palín, en donde están refugiados todos los Señores de los Cerros que cuidan la entrada a la región poqomam y cuando un avión los molesta mucho, los señores sueltan a los colibríes para que se metan entre los aviones y los boten.

En Santa Lucía Cotzumalguapa, donde habitan herederos de la cultura K’aqchikel, predominan leyendas de los señores de los cerros, que son los fieles cuidadores de las montañas y de los volcanes de Escuintla. Así, en el Volcán de Pacaya mora Rajawal Juyú dueño de este gran cerro encantado. Éste se asegura también que el volcán siempre lance humo, ceniza y fuego porque es muy bravo y solo se calmará cuando vuelva Gukumatz y el Corazón del Cielo.