El primer periodo ordinario de sesiones en el pleno del Congreso de este año estuvo copado por una interpelación que hasta ahora parece no tener fin. Sin producir o discutir leyes, los legisladores han aprovechado el show político que acontece en el hemiciclo para dejar a un lado otros deberes que por ley les corresponden.
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El Congreso trabaja “a medias” con la interpelación como excusa
Los representantes, en su mayoría, no han asistido a las sesiones, evitan la labor de fiscalización y han dictaminado pocas leyes. Han “gobernado” a medias y solo algunos pocos se salvan.
El recurso de la interpelación no ha sido el mismo desde la quinta legislatura de la época democrática –durante el gobierno del expresidente Óscar Berger–.
Desde entonces los juicios políticos han sido utilizados por el partido de oposición para hacer lo que muchos diputados llaman un “show”, con el fin de llamar la atención del electorado, pero también para truncar los planes legislativos del oficialismo copando la agenda legislativa.
En medio de este juego estratégico, la oposición busca posicionarse como una nueva opción para gobernar, de cara al siguiente proceso electoral, aunque el Congreso permanezca sumergido en la inamovilidad que implica la interpelación y de eso se aprovechen otros legisladores.
En cualquiera de los casos, el pueblo siempre es el perdedor
INMOVILISMO
Durante una interpelación, el Congreso no puede conocer nuevas propuestas o realizar debates en el pleno, ya que el Artículo 166 de la Constitución de la República establece que “ni el Congreso en el pleno, ni autoridad alguna, podrán limitar a los diputados del Congreso el derecho a interpelar”.
Es por esto que el Congreso se ve obligado a estar entrampado el tiempo que la bancada interpelante desee cuestionar a un ministro, mientras que a la mayoría de los diputados parece no importarles esta situación.
Durante las kilométricas interpelaciones, los diputados aprovechan la rendición de cuentas del ministro en el pleno para no asistir a las sesiones plenarias, no discutir sobre iniciativas o simplemente no acudir a las reuniones de las comisiones de trabajo.
¿QUÉ SUCEDE?
La diputada Montenegro indica que la práctica de interpelar ha sido desvirtuada por las organizaciones políticas que se encuentran en la oposición, como lo hace en estos momentos la bancada Libertad Democrática Renovada (Lider).
Pero al mismo tiempo, las otras bancadas evitan cumplir con las responsabilidades que la Ley les otorga, como la fiscalización o el trabajo de comisiones, indica.
La congresista explica que esto sigue y seguirá sucediendo porque a la mayoría de los guatemaltecos parece no importarles, ya que no castigan con el voto a los representantes que abusan de dicho poder constitucional.
Montenegro señala que desde la legislatura pasada, la interpelación ha sido utilizada como propaganda política, ya que coloca a la bancada interpelante en el imaginario de los guatemaltecos como un grupo trabajador, aunque en la práctica no lo sea.
La representante asegura que esto es muy desgastante para el Congreso, porque da la sensación que todos los diputados se cruzan de brazos, aunque algunos pocos sí realicen otro tipo de trabajo legislativo fuera del pleno, comenta.
La diputada agrega que en esta última interpelación hubo menos debate sobre leyes y donde más se ha evidenciado la ausencia de diputados en el pleno y en el trabajo del Congreso.
LA EXCUSA PERFECTA
“Tomaremos en cuenta su ley, pero por ahora no podemos hacer nada, porque estamos en una interpelación”, esto se ha convertido en una frase muy popular en el Congreso. Eso es lo que dicen algunos presidentes de comisiones cuando atienden una iniciativa de ley o solicitud que plantea la sociedad civil al Congreso.
Durante cada interpelación los diputados dejan de asistir con frecuencia al hemiciclo e ignoran tajantemente al interrogatorio del ministro. De acuerdo con los diputados con más de tres periodos legislativos, esto se ha agudizado durante el actual juicio político al ministro de Cultura y Deportes, Carlos Batzín.
Y aseguran que la estrategia surgió desde el tiempo en que gobernaba Berger pero con una estrategia para no dejar que se diera una interpelación; la aplanadora oficialista de la Gran Alianza Nacional (GANA) evitaba el quórum para que no diera inicio la interpelación y evitar así los cuestionamientos a sus titulares de cartera.
Esto se intensificó durante el periodo de la Unidad Nacional de la Esperanza, con el fin de evitar que la bancada del Partido Patriota (PP), liderada en aquel entonces por la actual vicepresidenta, Roxana Baldetti, pudiera interpelar a los ministros y entrampar durante mucho tiempo la agenda legislativa.
No obstante, una vez la bancada interpelante lograba su cometido, entrampaba la agenda y en ocasiones avalados por la indiferencia oficialista. En la actualidad y a pesar que hay una interpelación de por medio, los diputados del Partido Patriota no acuden a las sesiones plenarias y pareciera ser una estrategia del oficialismo para eludir la agenda de iniciativas que no les interesan.
La interpelación se ha extendido también porque al Partido Libertad Democrática Renovada (Lider) tampoco le interesa participar en las plenarias, donde los mismos diputados de corbata roja dirigen una interpelación; el partido de oposición dice que el oficialismo solo desea desbloquear la agenda para aprobar préstamos y los temas de interés oficial.
Esto implica que la actividad sea aplazada y la agenda legislativa siga entrampada. Dicho juego político, los diputados lo saben aprovechar, porque tampoco asisten a las sesiones.
Un informe del Movimiento Cívico Nacional (MCN) indica que solo en este periodo ordinario de sesiones, que estuvo copado por una interpelación, se identificaron 15 diputados con alta cantidad de inasistencias, los cuales están encabezados por dos parlamentarias de la GANA, nueve diputados de Lider, uno de la UNE, dos del Partido Patriota y uno de la bancada Todos.
Y es que aunque el pleno esté detenido, los diputados también tienen como responsabilidad velar por los intereses de los guatemaltecos, ya que es el órgano del Estado que cuenta con más representatividad de la ciudadanía, pero de esto se hace muy poco.
Las bancadas que más han realizado trabajo de fiscalización es la de Encuentro por Guatemala, bancada Lider, UNE, Todos, Compromiso Renovación y Orden (CREO), Partido de Avanzada Nacional (PAN) y Winaq.
Por otro lado, los bloques más ausentes en la fiscalización son la GANA, Partido Unionista, Unión Nacional para el Cambio (UCN), Partido Republicano Institucional (PRI) y PP.
Otra de las responsabilidades del Congreso es integrar las comisiones de trabajo. Durante este periodo ordinario, sólo siete de las 47 salas de trabajo dictaminaron leyes.
Esto es reflejo de la ausencia de diputados en las reuniones de comisiones, ya que los congresistas envían a sus asesores para que los sustituyan en los encuentros de trabajo de salas legislativas.
De acuerdo con Roberto Alejos, diputado de la bancada Todos, el abuso de la interpelación causa el deterioro de la clase política actual, lo que se refleja en la falta de voluntad que muchos diputados tienen para trabajar.
Según Alejos, la población guatemalteca solo ve el trabajo que se realiza en el pleno y presta poca atención al trabajo que hacen los congresistas en las comisiones o en labores de fiscalización; es también por esa razón que a los diputados no les interesa realizar este tipo de trabajo, expresa.
¿CÓMO AFECTA?
Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), asegura que cada legislatura ha tenido sus particularidades, y señala a la que se encuentra “gobernando” en la actualidad como la que “menos ha trabajado”.
Castillo expresa que esto es causa de una mala calidad de representantes y que el deterioro viene de dos legislaturas atrás, desde el gobierno de Berger.
El analista considera que la falta de operatividad en el Congreso causa un gran daño en la sociedad porque ésta no está recibiendo ningún beneficio de un poder determinante, como lo es el Congreso.
Castillo agrega que con esto los diputados les están pasando una “gran factura” a los guatemaltecos que los apoyaron con su voto, con la intención de que aprobaran las leyes que les beneficiarán.
GOBIERNO DE GANA
Carlos Vielmann
El uso vicioso de las interpelaciones inició el 4 de marzo de 2007 con el juicio político a Carlos Vielmann, entonces ministro de Gobernación, que había sido requerido por la bancada del Partido Patriota, una de las fuerzas más importantes en la campaña electoral de ese año. El juicio político duraría un mes.
Se esperaba que al ministro se le cuestionara fuertemente sobre el caso “Parlacen”, donde murieron tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano, ya que había señalamientos que vinculaban a las autoridades con el crimen.
El juicio político, dirigido por Baldetti, solicitó al exministro de Gobernación que diera un detalle de todos los nombres y sueldos de la planilla del Ministerio de Gobernación.
Luego la diputada Nineth Montenegro relevó a Baldetti. Esta fue un poco más rigurosa con Vielmann, según comentan congresistas y periodistas de dicha época.
GOBIERNO DE LA UNE
Raúl Robles
De los funcionarios en entrar primero a la cola del show de las interpelaciones durante el gobierno del expresidente Álvaro Colom, fue el ministro de Agricultura, Raúl Robles.
La interpelación duró una semana; inició el 7 de mayo del 2008 y terminó el 13 de mayo de ese mismo año.
Esta interpelación fue utilizada por Baldetti para cuestionar al ministro sobre el atraso en la entrega de los fertilizantes.
Para eso, la actual Vicepresidenta tomó un saco de fertilizante, lo levantó y lo colocó en una mesa que se encontraba en el centro del hemiciclo, con el objetivo de darle a entender al ministro de que los del PP “si querían trabajar”.
Alberto Fuentes Knight
El siguiente en la lista de interpelaciones fue el ministro de Finanzas Públicas, Alberto Fuentes Knight, que fue citado el 15 de diciembre de 2009.
En esa ocasión la bancada Lider inició con la interpelación de duró sólo un día, y luego le pasó la estafeta a la bancada del PP, que liberó la agenda hasta dos meses después, en marzo del 2010.
Carlos Menocal
La interpelación al exministro de Gobernación inició el 15 de mayo de 2011 y finalizó el 12 de agosto del mismo año.
Fue la interpelación más larga que había ocurrido en el Congreso. Duró 13 sesiones comprendidas en tres meses, de las cuales unas nunca iniciaron por falta de quórum.
El juicio fue dirigido por la bancada del PP y lo único que prevalecía en el Congreso eran los dimes y diretes sobre el estancamiento de la agenda legislativa.
En la interpelación el PP solicitó a Menocal que dijera el nombre y edad de todos los empleados del reglón 029. Al final de la interpelación el ministro se fue sin el voto de falta de confianza.
GOBIERNO DE PP
Pavel Centeno
Lo que el PP practicó durante la legislatura del gobierno de Colom, fue muy bien aprovechado por Lider, que lo utilizó durante el primer año de los “patriotas” en el poder.
El primero fue el ministro de Finanzas Públicas, Pavel Centeno, quien inició el 28 de febrero del 2012 y finalizó el 12 de junio. El Ministro de Finanzas fue cuestionado sobre la reciente reforma fiscal, la cual un año después se encuentra cargada de impugnaciones en la Corte de Constitucionalidad (CC).
La inasistencia y la inoperatividad marcó esos tres meses al Congreso, además de la escandalosa renuncia fallida de Centeno, la cual fue rechazada por el presidente Otto Pérez Molina.
Carlos Batzín
La interpelación a Carlos Batzín está a punto de superar a la de Centeno. El juicio político a Batzín empezó el 22 de enero del 2013 y hasta la fecha no ha finalizado.
El juicio político se ha suspendido por un amparo otorgado por la CC, lo que marcó un precedente para que los diputados recurrieran a más acciones que suspendieran la rendición de cuentas de Batzín.
La bancada Lider ha hecho diversos planteamientos en la interpelación, como pedirle a Batzín que mencione todos los nombres de la planilla de asesores de la cartera de Cultura y Deportes, además de llevar las pelotas que el Ministerio compró a la Industria Militar, con las cuales jugaron adentro del hemiciclo con otros diputados; también han colocado carteles en contra de Pérez Molina y Batzín.
En esta interpelación la inasistencia ha sido muy marcada y el Congreso prácticamente se ausenta en las decisiones del país.
Nineth Montenegro
Diputada