El canciller venezolano expresó su malestar ayer por el encuentro que sostuvieron en la jornada en Bogotá el presidente Juan Manuel Santos y el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles, y afirmó que ese encuentro es un paso que podría descarrilar las buenas relaciones entre ambos país.
«Nosotros no tenemos más que lamentar profundamente que el presidente Santos haya dado un paso que de manera dolorosa, debemos decirlo, nos va a llevar a un descarrilamiento de las buenas relaciones que tenemos», dijo el canciller Elías Jaua en declaraciones difundidas por la estatal Venezolana de Televisión.
Santos y Capriles se reunieron a primera hora del miércoles, durante unos 50 minutos, en la Casa de Nariño o sede de gobierno. No trascendieron de inmediato los temas que abordaron los dos dirigentes políticos, aunque en la página de la Presidencia apareció publicada una fotografía en la que Santos y Capriles se saludan y se estrechan las manos.
«Pensábamos que era una etapa superada, pero el recibimiento hoy de una persona (Capriles) que desconoce las instituciones venezolanas, que convocó abiertamente a la violencia el día 15 de abril con el saldo lamentable de 11 muertos, es una muy mala señal y que de alguna manera devela lo que muchas veces repetimos y dijimos, que desde Bogotá había una conspiración contra Venezuela», resaltó Jaua. «No queríamos creer que esa conspiración alcanzaba los más altos poderes del Estado colombiano; pero hoy se ha develado que tenemos que tendremos prepararnos… respecto a una nueva escala de agresiones contra el pacifico pueblo venezolano».
Aunque acotó que no se ha tomado ninguna decisión todavía en relación a las acciones a tomar próximamente, Jaua adelantó que se evaluará por completo la situación, incluyendo la permanencia de Venezuela como acompañante de los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC.
«Sin duda alguna que la situación que hoy se ha presentado nos obliga a nosotros a revisar la participación de Venezuela como facilitador en ese acuerdo de paz y en tal sentido el presidente Nicolás Maduro le ha pedido a embajador Roy Chaderton, que es nuestro comisionado para tal fin que regrese a Caracas para hacer una evaluación completa», destacó Jaua.
«Vamos hacer una evaluación, una evaluación, es muy difícil trabajar por la paz de un pueblo hermano cuando desde las más altas instituciones de ese pueblo hermano se estimulan y alientan la desestabilización en Venezuela», señaló.
«Lamentablemente nos veremos obligados a revisar… no quiere decir que hemos tomado una medida al respecto, pero vamos a evaluar completo la posibilidad cierta de que nosotros podamos seguir siendo parte de los acuerdos de paz en Colombia», explicó.
El proceso de paz entre las FARC y el gobierno de Santos tiene como garantes a Cuba y Noruega, mientras que Venezuela y Chile acompañan los diálogos.
Horas antes, el presidente de la Asamblea Nacional, diputado oficialista Diosdado Cabello, afirmó que el hecho de que Santos recibiera a Capriles, era un acto «altamente sospechoso, altamente preocupante» de un gobierno que como el de Colombia «dice ser amigo del pueblo de Venezuela…y tener deseo de preservar las buenas relaciones con Venezuela».
«Se trata de una conspiración contra Venezuela que encuentra en territorio colombiano y en el gobierno colombiano apoyo. Sino que digan lo contrario», indicó Cabello al asegurar que la reunión de Capriles con Santos es una «mampara» para otras acciones del opositor.
«Capriles fue a Colombia sólo a reunirse…con J.J. Rendón, que es un asesor también del presidente Santos…, y con el ‘narcoparaco’ (Álvaro) Uribe. Allá recibió órdenes, instrucciones con respecto a las nuevas cosas que van hacer aquí en Venezuela», indicó Cabello.
«El presidente Santos le está poniendo una bomba al tren de las buenas relaciones que tanto le pidió el presidente (Hugo) Chávez», sostuvo Cabello, también dirigente del oficialista Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV).
Cabello anunció que desde la Asamblea Nacional, que es controlada por la mayoría oficialista, se discutirá un «acuerdo de rechazo» al encuentro de Santos y el excandidato presidencial opositor para que «el gobierno colombiano clarifique si está con el golpismo que representa Capriles o si está con el pueblo de Venezuela».