El máximo líder republicano en una comisión del Senado que examinará la postulación de James Comey a la dirección del FBI advirtió hoy que será interrogado muy a fondo debido a sus lazos con Wall Street.
Comey, un ex funcionario en el gobierno del presidente George W. Bush, fue postulado la víspera por el presidente Barack Obama.
Tres personas relacionadas con la selección dijeron ayer que Obama pensaba postular oficialmente a Comey, el segundo funcionario más importante en el Departamento de Justicia bajo Bush. Fue el principal asesor legal del fondo de inversiones Bridgewater Associates, de Connecticut, entre el 2010 y principios de este año y dicta clase ahora en la facultad de derecho de la Universidad de Columbia.
Comey remplazaría a Robert Mueller, en el cargo desde poco antes del 11 de septiembre del 2001, cuando los ataques terroristas obligaron al FBI a transformarse en una de las principales armas en la guerra contra el terror. Mueller partirá el 4 de septiembre.
La Casa Blanca había esperado que el historial republicano de Comey habría ayudado en las audiencias de confirmación ante el Senado, precisamente cuando varios postulados por el mandatario han encontrado grandes dificultades ante los senadores. Empero, el senador republicano Chuck Grassley, máximo representante de su partido en la Comisión Judicial, indicó que la confirmación de Comey planteará interrogantes sobre las investigaciones del gabinete de Obama en Wall Street.
Grassley dijo el miércoles por la noche en una declaración que no recibió noticias de la Casa Blanca sobre la postulación de Comey, pero aclaró que posee una gran experiencia en asuntos de seguridad nacional.
«Empero, si es postulado tendrá que responder a preguntas sobre su reciente desempeño en la industria de los fondos de alto riesgo», dijo Grassley. «Los intentos del gobierno de enjuiciar penalmente a Wall Street por su parte en la recesión económica han sido abismales, y su organismo habría ayudado a formular casos contra algunos de sus colegas».
Comey fue considerado un héroe por los demócratas por su desempeño en oponerse al programa de escuchas telefónicas sin mandamiento judicial de Bush, parte de su campaña de guerra contra el terrorismo.